Los peluches hicieron ayer un plantón. Se tomaron el malecón Simón Bolívar y con carteles en sus manos peludas protestaron en silencio por sus pequeños dueños, que por diversas circunstancias fueron retirados de sus hogares y necesitan reintegrarse al seno familiar.

“Soy el peluche de Freddy y la semana pasada logró leer por primera vez, pero su mamá no estuvo para escucharlo”, decía el cartel de un oso café; el de un perrito blanco: “Soy el peluche de Ana Paula y hablo por ella: Estoy emocionada porque pronto su mamá estará lista para vivir con ella de nuevo”.

Son las voces de los niños, replicadas en la campaña Quiero vivir con mi familia, de Aldeas Infantiles SOS Ecuador, organización que tiene 54 años en el país con programas de desarrollo social en 6 ciudades, donde acogen a 680 niños. De ellos, 48 están en Guayaquil. Todos en etapa de adopción.

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Esta actividad cautivó a pequeños como Priscila, de 7 años, quien corrió a abrazar a un tierno muñeco de felpa. Mientras lo acariciaba, su madre, Karen Anchundia, se inscribió para ser una ‘amiga SOS’, para dar un aporte cada mes.

Gontran Pelissier, director nacional de Aldeas, señaló que buscan sensibilizar a la comunidad y autoridades de la situación que viven niños y niñas en casas de acogimiento, donde se trabaja para que se pueda restituir el derecho que tiene cada niño de vivir con su familia.

Son retirados cuando son víctimas de negligencia, maltrato o abuso sexual. Son los caminos que llevan a que el Estado emita una orden de separación de niños de sus padres, para que organismos como Aldeas den acogimiento, explicó Verónica Proaño, asesora nacional del organismo. Agregó que el retorno al hogar debería ser en dos años, pero no siempre se cumple, pues es un proceso complejo determinar que la familia sea un lugar de protección y cuidado para ellos.

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El organismo también da acompañamiento a unas 30 familias de Bastión Popular, (I)

Los mensajes

Hablo por Miguel y por su sueño de aprender a cocinar la receta de la abuelita.Peluche de Miguel