El máximo tribunal de Venezuela destituyó y condenó el martes al alcalde opositor Ramón Muchacho a más de un año de cárcel por no haber impedido que manifestantes antigubernamentales cortaran calles en el municipio de la capital que gobierna.

El alcalde de Chacao, donde se han producido el grueso de las protestas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, no acudió a la audiencia -que se extendió por más de nueve horas- y se encuentra en la clandestinidad desde que inició el juicio en su contra hace unas semanas.

El abogado de 44 años es el cuarto alcalde opositor en ser condenado en los últimos días por la justicia. Uno de ellos, Carlos García, se encuentra fuera del país; otro, Alfredo Ramos, está preso en los calabozos del servicio de inteligencia en Caracas y Gustavo Marcano también huyó.

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"La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró el desacato por parte del ciudadano Ramón Muchacho (y) fue sancionado al cumplimiento de quince meses de prisión", dijo la máxima corte en un comunicado.

Todo el peso de la injusticia revolucionaria ha caído sobre mi y sobre Chacao. Se nos condena por luchar por un Cambio en Venezuela! pic.twitter.com/tu0XwlE96T

El político fue separado de su despacho y estará inhabilitado para presentarse a cargos de elección popular mientras dure la pena.

Más tarde, Muchacho negó las acusaciones por una red social.

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"Todo el peso de la injusticia revolucionaria ha caído sobre mí y sobre Chacao", dijo el exalcalde en su cuenta de Twitter.

"Se nos condena por hacer nuestro trabajo, por garantizar el legítimo derecho a la protesta pacífica", agregó. "Mis pensamientos están con millones de venezolanos que sufren y padecen las inclemencias de este régimen, sin acceso a justicia".

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Venezuela atraviesa una grave crisis con una inflación de tres dígitos, escasez de medicinas y recesión económica, por la que la oposición culpa al presidente Nicolás Maduro. Desde abril, millones de venezolanos han salido a las calles a protestar y los enfrentamientos han dejado más de 120 muertos.

El mandatario socialista asegura que las protestas sólo buscan desbancarlo, pero sus adversarios sostienen que en Venezuela se ha instaurado una "dictadura", consumada tras la instalación de una polémica asamblea constituyente que reescribirá la carta magna y que tiene preeminencia sobre el resto de los poderes públicos. (I)