Una incesante ola de calor apodada ‘Lucifer’, que ha azotado partes de Europa esta semana, ha generado temperaturas máximas sin precedente durante varios días, causando la muerte de al menos dos personas y provocando que las autoridades emitan alertas a la población.

El calor extremo en Italia, así como partes de Francia y España y en los Balcanes ha provocado decenas de incendios forestales, cultivos dañados y ha disparado el consumo de electricidad y agua.

En algunas zonas, las autoridades emitieron restricciones de tránsito y prohibieron el trabajo al aire libre durante la parte más calurosa del día, después de que las temperaturas superaran los 40 °C.

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En España se emitió una alerta de emergencia por altas temperaturas para 31 de las 50 provincias, donde se pronosticaron temperaturas de 44 °C.

Los científicos advierten que las muertes debido a las temperaturas extremas en Europa pueden multiplicarse por 50, de las actuales 3.000 a unas 152.000 a fines de siglo, si no se controla el cambio climático. El sur de Europa sufrirá la mayoría de ellas, y las olas de calor podrían ser responsables de 99 % de muertes, según una investigación dirigida por la Comisión Europea y publicada en The Lancet Planetary Health.

En este escenario, dos de cada tres europeos podrían quedar expuestos todos los años a catástrofes climáticas, frente a una cifra actual de 5 %. El meteorólogo francés Frederic Nathan dijo que estaba seguro de que las recientes olas de calor eran reflejo del calentamiento global. (I)