“Estoy con dudas, no creo que sea muerte natural y tampoco tenía discapacidad como me dicen”, declaró Andrea Chávez, horas antes del sepelio que ayer se realizó de una niña de un año y dos meses, que murió el domingo en circunstancias extrañas para su familia.

La abuela de la menor, al igual que otros parientes, insisten en que se debe indagar, pues la niña habría presentado golpes en su organismo, lo que generó dudas entre todos ellos.

Sobre el caso, Pedro Pihuave, coordinador de la Fiscalía en Manta, dijo que la menor falleció la madrugada del domingo en Manta, aunque sus familiares son oriundos de Jaramijó.

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Aseguró que conocieron de la denuncia efectuada por parientes de la niña y añadió que se indagarán las quejas de que presuntamente la madre habría sido obligada a vender estupefacientes. Supuestamente como medida coercitiva por parte de personas que la conocían, la niña habría sido golpeada y hasta ultrajada.

“He ordenado como coordinador de aquí de la Fiscalía que ese parte informativo que llegó pase a la unidad de Fiscalía de atentado contra de la vida para investigar”, comentó.

La menor se enterró en Jaramijó (Manabí). Se conoció que ya se le había efectuado una autopsia, pero no se tenían resultados. (I)