El cineasta ecuatoriano Sandino Burbano respira con calma, mira su nuevo camino con optimismo y disfruta de la próxima exhibición de su largometraje Quijotes negros.

La producción se presentará en las salas de cine de la capital el próximo viernes, mientras continúan las conversaciones para llevarla a Guayaquil, Cuenca, Ambato y otras ciudades del país.

Es un largometraje de ficción y en esa condición fue el ganador del primer Festival Internacional de Cine Fantástico de Mar del Plata, Argentina, en septiembre de 2016. Su reconocimiento fue como mejor largometraje fantástico internacional, una de las 16 categorías, agrupadas en géneros como fantástico, policial negro y terror. Y hace un mes recibió el premio como mejor película nacional en el Festival de Cine Latinoamericano Cine Fest, en Quito.

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¿En qué consiste Quijotes negros?

Es un largometraje de ficción rodado en Esmeraldas, Quito y la Mitad del Mundo. Está ambientado en la época actual; no es una adaptación de la novela Don Quijote y Sancho Panza, del español Miguel de Cervantes. En la película se realiza una apropiación de los dos protagonistas de la novela, Don Quijote y Sancho Panza, para posicionarlos en el Ecuador, pero dentro de una realidad marginal que es consecuencia de todo un proceso histórico, colonizador traumático y una historia republicana injusta con los ciudadanos y la gente.

¿Cómo nació la idea?

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Son varias las razones para la película, pero una principal es esta: cuando yo leí por primera vez la novela era un adolescente y, por supuesto, me agradó. Quién pudiera decir algo en contra de ese espíritu explorativo e indagador de la novela; sin embargo, también permaneció en mí un sentimiento de insatisfacción porque era el señor feudal quien iba por los caminos a tratar de impartir justicia y a tratar de alcanzar lo bello, y Sancho era su amigo muy noble: él alcanzaba su satisfacción interior a través de lo que pudiese lograr su amo, el Quijote, pero él continuaba siendo un esclavo. Entonces, me dije, algo debe tener este Sancho también como bello, como justo. Y qué interesante hubiese sido si en la época en que se escribió la novela se hubiese permitido una exploración desde Sancho, el marginado. Quijotes negros no es un lamento de la conquista de la que fuimos objeto.

En la película, Sancho Panza tiene más protagonismo que Don Quijote, ¿por qué?

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En la conquista española se habla de América como un continente nuevo, entonces quisimos darle una novedad al libro de Don Quijote también. Entonces, le libramos de ese enclaustramiento eterno que posee Sancho Panza en la novela posicionándolo en el cine como un hombre libre, que se atreve a ser él quien vaya por el camino a procurar la belleza; él quiere acceder a Dulcinea; tener su propia Dulcinea; él no quiere ser un segundón; incluso en la película llega a enfrentarse cuerpo a cuerpo con el Quijote negro. Y nuestro Sancho actúa desde la marginación, desde una cultura irreverente, pero también desde una inocencia y una ridiculez y desde una torpeza; por eso esta película tiene el género de la tragicomedia, con un aliento de farsa muy fuerte.

En la película, Don Quijote y Sancho Panza son antihéroes, ¿por qué?

Son antihéroes, con objetivos a veces irreprochables, en el buen sentido de la expresión, pero a la vez, muy inocentes y muy nobles. Hay momentos en que Don Quijote está a la altura de Sancho. También está presentes la reina y la princesa de España; entre las dos conforman a Dulcinea, el ideal de mujer de Sancho, pero Sancho quiere a las dos, porque él dice que es capaz de amar el doble y aspira al amor de ellas, pero se le cruza Don Quijote y viene la lucha entre Sancho y este Quijote por alcanzar el amor de ambas.

¡Y también hay un enano que no existe en el libro de Miguel de Cervantes...!

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Es un enano que viste de amarillo festivo y que representa una celebración viva de todo lo que está pasando en esta película; además es quien aviva como el fuego de un sol cálido y amarillo a Sancho para que vaya hacia adelante.

¿Por qué enano?

Porque esta liberación de Sancho está en proceso y no es un tema visto ni tratado en el arte. Y está creciendo recién esa figura que aviva a que las propuestas en el cine y en el arte sean distintas. El enano representa ese impulso para que haya una mirada diferente.

¿Para ver la película es recomendable haber leído o no el libro de Cervantes?

Las dos posiciones son válidas. Si ha leído, chévere; pero si no lo ha hecho, puede leerlo luego de ver la película.

¿Cómo se siente ahora que puede mostrar la película al público?

Con mucho alivio. Continuamos luchando contra molinos de viento; antes era la ausencia de recursos económicos; ahora es porque tenemos que hacer fuerza para que la gente vaya a verla; coincide con el estreno de la película Transformes 5 que es de una multinacional del cine, con recursos fantásticos. Y tenemos que luchar. (I)

Nuestro Quijote es negro y pordiosero. Nuestro Sancho es andino y carnicero; los dos casi analfabetos. Y desde esa realidad de postración social, de inconformidad para con su día a día, ellos tienen sus propios molinos de viento contra los cuales luchar”.Sandino Burbano, Cineasta