Guayaquil festejó con su gente, desde los más pequeños hasta los adultos mayores, al ritmo de las marchas entonadas por las bandas musicales estudiantiles e institucionales, al son de la música tropical con grupos de danza y folclor y por primera vez con la gallardía de los integrantes de la Armada del Ecuador, que con sus trajes impecables, fusiles en sus hombros y pasos sincronizados le rindieron homenaje a la Perla del Pacífico por sus 482 años del proceso fundacional.

Las avenidas Quito y 9 de Octubre fueron el escenario del colorido desfile ‘Guayaquil es mi destino en sus fiestas de fundación’. Miles de guayaquileños, visitantes de otras provincias y turistas del extranjero se congregaron en las aceras para ver el tradicional acto cívico.

Alba Salazar, de 57 años, ondeaba su banderín celeste y blanco mientras observaba emocionada los bailes de las bastoneras. Ella esperaba ver a las chicas del colegio Guayaquil, añoraba los momentos que vivió con sus compañeras de aquel plantel fiscal hace 40 años. Esa fue la última vez que desfiló por la 9 de Octubre, antes de radicarse en Alemania.

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Ahora, Salazar está de vacaciones en la ciudad y no quiso perderse el acto, que arrancó a las 08:00 con la primera etapa del desfile de las seis carrozas alegóricas desde la av. Las Esclusas, en el sur, hasta Quito y Clemente Ballén, en el centro.

La segunda etapa prosiguió cuando la banda del Liceo Naval dio el silbato inicial con sus clarinetes, a las 10:15. Quienes laboraban en el sector salieron a las calles o desde los balcones apreciaron el paso estudiantil hacia la 9 de Octubre.

Las aceras del bulevar estaban copadas. La gente disfrutó de cada presentación. Algunos, como los pequeños de la escuela Delia María se ganaron los aplausos al arrastarse por los adoquines con sus trajes de camuflaje y armas de juguete.

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Rosa Basán y su madre, Alejandrina Paredes, llegaron de Salitre; la familia Mendoza Ruiz, de Loja; María Guastasaca, de Gualaceo; y los Toral Veintimilla, de Cuenca, todos contagiados con la alegría que irradiaron los 6.000 participantes. Entre ellos 400 integrantes de la Escuela Superior Naval, Guardacostas y de Infantería de Marina, quienes antes habían asistido a la Parada Militar.

Su paso, con banda musical y escuadras con fusiles, fue aplaudido efusivamente en el saludo de honor a la tribuna, donde estaban Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Municipal de Turismo, Daniel Ginez, director de Logística de la Armada, y Jorge Cabrera, jefe de Estado Mayor del Comando Conjunto de las FF.AA.

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“Los militares con su elegancia y firmeza le dieron un realce especial al desfile”, dijo Marina Rivas, mientras las liras de los estudiantes del liceo Cristiano entonaron Mi lindo Ecuador. Algunos asistentes se sorprendieron al escuchar a la banda musical de exalumnos del colegio San José La Salle y al ver las piruetas de los bastoneros. Los carros alegóricos emocionaron a los más pequeños.

En la tarde, los bailarines de 50 grupos de danzas contagiaban a los congregados a seguir el ritmo. Uno de los atractivos más llamativos fue un gran globo de Juan Pueblo al que muchos aprovecharon para tomarse fotos, como Luis Silva con su hijo Kevin. “Todo esto da orgullo sin duda”, expresó. (I)

Ofrendas Florales

Jorge Glas, vicepresidente del Ecuador, y Francisco Cevallos, gobernador del Guayas, colocaron ofrendas florares al busto de Francisco de Orellana, en la Plaza Colón.

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El alcalde Jaime Nebot participó de la unción cívica en el Hemiciclo de la Rotonda, mientras tres helicópteros navales sobrevolaron el lugar.

La Cámara de Comercio de Guayaquil colocó a las 11:00 de ayer una ofrenda floral en el busto de Francisco de Orellana, en la Plaza Colón.