Estudiantes de los colegios Guayaquil y Vicente Rocafuerte fueron ayer protagonistas de un homenaje a la ciudad, donde mostraron pinturas, bailaron con el celeste y blanco representativo del Puerto Principal, le ofrecieron palabras de realce a la ciudad o evocaron pasajes del Guayaquil de antaño.

La Rotonda, la Torre Morisca, Juan Pueblo, el cerro Santa Ana fueron plasmados en papel y exhibidos en el festival que se realizó en los patios del Vicente Rocafuerte, en el centro de Guayaquil. Colegiales incluso se encargaron de mostrar la gastronomía, con la cocción de cangrejos y comida elaborada con plátano, por ejemplo.

Alexandra Labanda, rectora del colegio Guayaquil, remarcó la importancia de promover espacios para que los alumnos se familiaricen con la historia de Guayaquil, que aprendan a quererla, respetarla y defenderla, refirió la educadora.

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En varios pabellones, alumnos ofrecieron tributo a la ciudad, a propósito de la conmemoración de los 482 años del proceso fundacional. Mientras compañeros bailaban vistiendo trajes celeste y blanco, y con el acompañamiento musical de Julio Jaramillo, un alumno del Vicente Rocafuerte disertaba sobre tradiciones y trajes de antaño. También la memoria del prócer José Joaquín de Olmedo fue resaltada.

Otros tributos hubo en el centro municipal Zumar y en la U. de Guayaquil. (I)