Las bandas de diferentes instituciones pusieron la nota festiva con canciones nacionales en el desfile del chagra que se desarrolló el sábado en la mañana como parte de la programación por los 166 años de cantonización de Píllaro. En tanto que los voladores reventaban en el firmamento para anunciar el paso de los jinetes.

Los caballos marcaban el paso que les imponían los chagras, quienes vistieron lo típico de este personaje de la serranía ecuatoriana, como es poncho, sombrero, bufanda, botas con espuelas y zamarro, mientras en sus manos llevaban la beta (soga) que les sirve para arrear o enlazar el ganado desde los páramos pillareños.

Entre las delegaciones hubo muchas niñas y niños montando a los caballos. “Me siento orgulloso de pertenecer a los chagras de Píllaro porque también mi padre y abuelos han sido trabajadores del campo, ahora quiero seguir esa tradición”, manifestó Erick Jácome, de 10 años.

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Isabel Carvajal, de la ganadería Reina de las Mercedes de la parroquia San José de Poaló, aseguró que los niños desde muy pequeños aprenden no solo a montar a caballo, sino la labor que tienen que hacer en los campos porque ellos serán los que tomen la posta de la gente mayor y serán los que sigan con las tradiciones de los chagras.

Fiestas cantonales

Patricio Sarabia, alcalde de Píllaro, explicó que el cantón es netamente ganadero y agrícola porque el 90% de su población se dedica a estas actividades, que por esa razón el desfile del chagra es uno de los actos centrales de las festividades de cantonización.

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Manifestó que en el desfile se destaca el trabajo, tesón y dedicación que pone la gente pillareña en la labor que hace en los campos así como en los páramos y las partes bajas de este cantón.

Sarabia consideró que cada año hay más chagras que salen montados en sus caballos para participar en el desfile, en donde resaltó la presencia de niñas y niños, que dijo es porque desde el momento que nacen lo hacen con la beta al lado, que es importante para continuar conservando y fortaleciendo la tradición de los chagras.

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Nora Constante, del rancho San Antonio del barrio La Merced, comentó que también las mujeres forman parte del trabajo que se realiza en los campos montadas a caballo para embetar (enlazar) al ganado igual que lo hacen los varones, que por esa razón se unieron al homenaje que todos los chagras le rinden a Píllaro en la cantonización. (I)