Juan Pablo G., un ecuatoriano de 35 años con nacionalidad estadounidense, que se consideraba a sí mismo el Pablo Escobar del contrabando de oro, y otros dos extrabajadores de una refinería de metales del área de Miami fueron acusados de importar más de $1.000 millones en oro extraído ilegalmente en Sudamérica, como parte de un plan de lavado de dinero entre 2013 y 2016, informaron fiscales estadounidenses.

Los fiscales dijeron en una denuncia penal que los tres exempleados de la empresa NTR Metals Miami coordinaron la compra de oro de minas peruanas controladas por narcotraficantes.

"El comercio internacional de oro se ha vuelto un método común para el lavado de dinero de la minería ilegal, narcóticos y otros ingresos criminales”, dijo la querella presentada por el fiscal Francisco Maderal.

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La fiscalía identificó a Juan Pablo G., quien fue director de operaciones en NTR Metals Miami, como líder de la red. Agentes del FBI lo arrestaron en la casa de su madre en Miami el 15 de marzo, tras ser despedido por la compañía matriz de NTR.

La evidencia en denuncia incluye conversaciones entre los tres hombres en servicios electrónicos de mensajes como Whatsapp. En una de ellas, Juan Pablo G. alardea sobre sus operaciones de contrabando de oro, comparándose con el narcotraficante colombiano Pablo Escobar. “Soy como Pablo recogiendo la coca”, escribió Juan Pablo G., de acuerdo con la querella.

Renato R., que fue el director ejecutivo de ventas de la compañía para Latinoamérica, y Samer B., un ciudadano estadounidense de origen británico que era supervisor de las operaciones de NTR en Miami, también están acusados. Los tres se declararon inocentes y están a la espera de su juicio, que comenzará en enero, como lo decretó el juez federal Robert Scola.

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Operación

Los fiscales dicen que los hombres compraron el oro ilegal desde inicios del 2013 hasta el 2016. Durante la audiencia de fianza para Juan Pablo G. en marzo, Maderal dijo que el ecuatoriano - estadounidense coordinó el lavado de más de 1.000 millones de dólares en oro ilegal.

"En general, el oro es un buen medio para lavado de dinero por su valor universal y fácilmente determinable y lo difícil de determinar su origen”, dijo la querella federal.

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NTR Metals, una compañía de refinería de metales basada en Dallas, no está acusada en la causa. La compañía no respondió a pedidos de comentario.

En el 2014, luego de un operativo del gobierno de Perú contra el oro ilegal, los narcotraficantes que eran dueños de las minas ilegales comenzaron a contrabandear el metal a Bolivia, Ecuador, Colombia y otros países latinoamericanos y de ahí lo exportaron a refinerías en Miami, dijeron los fiscales en la querella.

Las autoridades dicen que los tres sujetos buscaban clientes con llamadas celulares.

La fiscalía dijo que los tres cultivaron relaciones con vendedores de oro llevándolos a Miami y agasajándolos. En un viaje a Chile, Renato R. y Samer B. festejaron a un contrabandista local de oro con bebidas y prostitutas, dice la querella. (I)

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