Calza alpargatas talla 36 color negro y pedalea con calma como en una bicicleta o en una máquina caminadora. Su rostro color canela refleja sus 56 años de vida. Luce pequeños aretes metálicos, con forma de una rosa, con un pétalo color rosado en el centro. Su blusa blanca como la nieve termina en mangas anchas, tan anchas que podrían caber sus caderas y tiene una franja de flores bordadas en hilo donde prevalecen los colores rojo, rosado y verde. Josefina Males está ataviada con un collar de perlas doradas que le cubre todo el cuello y en la mano izquierda, una gualca o manilla de coralina color rojo, mientras en la mano derecha lleva un reloj negro con correa de cuero.

Una bayeta de paño esconde su largo cabello negro, su anaco se sujeta en la cintura con una faja conocida como chumbi y se extiende elegante hasta rozar sus alpargatas que se atan con un cordón negro.

Cruce del lago San Pablo en lancha es uno de los atractivos que ofrece la comunidad Cachiviro, ubicada a orillas del Lago San Pablo, en la provincia de Imbabura.

Cuando llegan turistas a su local, ella deja de pedalear su telar artesanal construido en madera, se levanta y con el rostro alegre ofrece sus artesanías. Se mueve diligente por todo el lugar, en realidad, con tres o cuatro pasos lo recorre todo. Es pequeño, tiene dos paredes de caña guadua y las otras de totora, el techo es de paja y el piso cubierto de ladrillos como si se tratara de cerámica.

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Josefina cuenta que su padre le enseñó a tejer en telar manual desde los 6 años, la idea era que hiciera su propia ropa y accesorios de vestir. Sin embargo, conforme iba tejiendo, se dio cuenta de que podía vender y desde entonces no se ha separado de su telar de madera.

Josefina Morales, artesana de la comunidad Araque, ubicada en la orilla del Lago San Pablo, en la provincia de Imbabura, teje en su telar y sus productos los vende a los turistas que visitan el parque.

Su esposo está discapacitado, por eso tiene que hacer trabajos esporádicos en agricultura y crianza de animales menores, pero su verdadero soporte para los gastos del estudio de sus cuatro hijos es su telar. Ella forma parte de la Asociación La Garza del Parque Acuático, ubicado en la orilla del lago San pablo, en la comunidad Araque, en Imbabura.

A pocos metros del local de Josefina, un niño y una niña, con pericia, mueven sus palas a bordo de un kayak a través de una entrante del lago que forma una especie de río manso. La práctica de este deporte es otro atractivo del Parque Acuático, donde también se ofrecen comida típica, paseos a caballo y, por supuesto, travesías en lancha por las frías aguas del San Pablo.

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En el otro extremo del lago, en la comunidad Cachiviro, motivadas por la fiesta de Inti Raymi, las ancianas Carmen Aguilar y Sebastiana Criollo Adrango preparan, en ollas gigantes, colada de maíz, Margarita Espinosa hace empanadas y colada morada, Rosa Aguilar y Rosita Oyagata, chicha de jora, mientras otro grupo organiza la pamba mesa para alimentar a los visitantes. Antonio Aguilar ofrece sus artesanías elaboradas en totora, los precios varían desde un recuerdo de $ 2 hasta un juego de muebles que cuesta $ 1.500.

Antonio Aguilar, trabaja y vende artesanías elaboradas con totora, en la comunidad Cachiviro, ubicada a orillas del Lago San Pablo, en la provincia de Imbabura.

Muy cerca de ahí, en el puerto flotante, un grupo de músicos con instrumentos andinos empieza a tocar.

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En el otro lado, los kayaks van y vienen. Unas cuarenta gallaretas nadan elegantes en la superficie del lago, ellas son parte del paisaje de este paraje que cautiva a los turistas. (I)