Brasil condenó este miércoles el confuso ataque perpetrado desde un helicóptero contra sedes de instituciones en Venezuela, y rechazó también el "asedio" a parlamentarios opositores en el país vecino.

El gobierno de Michel Temer "acompaña con mucha preocupación la escalada de tensiones en Venezuela", dijo la cancillería en un comunicado.

El martes, un helicóptero con las siglas de la policía científica venezolana (CICPC) sobrevoló varios edificios de Caracas y, según el gobierno de Nicolás Maduro, lanzó granadas contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y realizó 15 disparos hacia el ministerio de Interior, sin dejar víctimas.

Publicidad

Maduro dijo que se trató de un "ataque terrorista" realizado por un funcionario del CICPC como parte de un supuesto plan de golpe de Estado. La oposición es cauta aún con el polémico episodio.

"El gobierno brasileño condena el lanzamiento de granadas contra las instalaciones del Tribunal Supremo de Justicia desde un helicóptero supuestamente de propiedad de la policía venezolana", subrayó la cancillería brasileña.

"Es imperativo que la restauración del estado democrático de derecho en Venezuela sea perseguida de forma pacífica y en plena consonancia con los dictámenes constitucionales", manifestó.

Publicidad

También repudió "el asedio cometido por grupos de paramilitares" contra el Parlamento, dominado por la oposición.

El martes hubo una refriega entre militares y legisladores en la Cámara, mientras que seguidores del chavismo lanzaron fuegos artificiales en las inmediaciones del edificio que hicieron que diputados, periodistas y empleados no pudieran salir de la cámara hasta bien entrada la noche.

Publicidad

"El gobierno de Nicolás Maduro debe asegurar el más absoluto respeto a la integridad física de los legisladores, garantizar la inmunidad parlamentaria y proceder a la inmediata restauración de las competencias de la Asamblea Nacional", dijo la cancillería brasileña.

"La violación sistemática del principio de independencia de poderes es una de las pruebas más manifiestas de la situación autoritaria en que vive Venezuela", aseguró.

Maduro enfrenta desde el 1 de abril una ola de protestas de opositores que exigen su salida del poder, que ya ha dejado 76 muertos.

El gobierno de Temer ha sido muy crítico con la gestión de Maduro, a diferencia de la cercanía que tenían con el chavismo los gobiernos izquierdistas de la depuesta Dilma Rousseff (2011-2016) y su antecesor Lula da Silva (2003-2010). (I)

Publicidad