El Vaticano expresó su “grave consternación” este lunes por la suerte de un obispo chino, que aseguró que fue “sacado a la fuerza” de su despacho hace varias semanas. El Vaticano reconoce a Peter Shao Zhumin como obispo, pero las autoridades chinas no.

Ni los feligreses de la diócesis de Wenzhou ni los familiares del obispo saben dónde está el prelado, dijo la Santa Sede en un comunicado.

La Iglesia católica y las autoridades comunistas de China han estado enfrentadas desde hace décadas por la insistencia del Vaticano de que el papa es el único que puede designar a obispos.

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En un comunicado, la Santa Sede se declaró “profundamente entristecida por este y otros episodios similares que desgraciadamente no facilitan las formas de entendimiento”. Expresó esperanzas de que regrese pronto.

El papa nombró obispo a Shao en septiembre y fue enviado a Wenzhou, una ciudad oriental que tiene una enorme comunidad cristiana.

La semana pasada, una agencia noticiosa misionera afiliada al Vaticano dijo que se cree que la desaparición de Shao es un intento por presionarlo para que se sume a la Asociación Patriótica Católica de China, controlada por las autoridades comunistas chinas.

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También la semana pasada, el embajador de Alemania en China dijo que el obispo parece haber sido obligado por las autoridades chinas a trasladarse a lugares desconocidos cuatro veces durante el año pasado. El diplomático pidió la restauración de la “plena libertad de movimiento” del obispo.

China cortó relaciones con la Santa Sede en el año 1951, después de que el Partido Comunista tomó el poder y estableció su propia Iglesia fuera de la autoridad del papa. Francisco ha dicho que quiere mejorar las relaciones con Pekín. (I)