Llevaba a comer shawarma a sus cinco amigas, que venían de Argentina y de Chile, a la zona conocida como la calle de los shawarmas, en Guayacanes y Víctor Emilio Estrada, en Urdesa, norte de Guayaquil, cuando se encontraron con los locales cerrados y con sellos de clausura. Ellas y otros comensales que llegaron la noche del miércoles último no sabían a dónde acudir ni qué había sucedido.

“Nos quedamos desconcertados. Yo traía a mis amigas para que conozcan y prueben los ricos shawarmas, sin imaginarnos que estarían clausurados. Íbamos a uno y clausurado; cruzábamos la calle para ir al otro, y clausurado. Quedé mal con mis amigas (...) Había amigos, parejas y familias buscando dónde comerse un shawarma en Urdesa”, contó Cristina Almeida, de 29 años.

Ella regresó al mediodía de ayer a la zona para consultar cuándo reabrirían estos negocios, que fueron clausurados por el Municipio de Guayaquil la noche del martes 20. Ahí vio que la atención comenzaba a normalizarse. Otros transeúntes y comensales también pasaban por la zona y les preguntaban a dueños y trabajadores las razones de la clausura.

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“Fue turro, porque estábamos comiendo cuando llegaron, en camionetas, a cerrar los locales y nos hicieron salir. Pensábamos que era en todos los locales de Urdesa, pero solo fueron a los shawarmas”, contó Álex Pineda, aficionado a este plato típico de Medio Oriente.

“Por falta de patente municipal”, “por falta de tasa de habilitación”, “sin permiso de ocupación de la vía”, “no respeta las ordenanzas municipales”, “por mora en el pago de la tasa de ocupación de la vía pública” eran parte de los motivos de clausura que constaban en los sellos municipales.

Algunos locales tenían tres y hasta cuatro de los once motivos impresos en el sello. La comisaría municipal número siete fue la encargada de la acción. Según los afectados fueron nueve los negocios de shawarmas clausurados el martes en la calle Guayacanes. Ese día solo dos quedaron abiertos, recordaron. Tras pagar las multas, cinco de estos comenzaron a atender al mediodía de ayer.

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“Sacaron a la gente mientras estaban comiendo, como a las 23:00 del martes”, dijo Chide Barakat, del shawarma Javivi. Él y otros trabajadores y dueños de locales coinciden en que “todos perdieron” en los dos días, incluido el turismo, sostienen.

A unos también les preocupa el tema de los parqueaderos a los que les habrían hecho referencia, puesto que habría vehículos que hacen doble columna en la calle Guayacanes, mientras esperan un lugar para estacionarse en esta zona.

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Ali Barakat, del local Malek al shawarma, contó que las autoridades municipales le pidieron sacar las luces que tenía en la parte superior de la fachada de su negocio y solicitar el permiso de la vía pública, aunque, dijo, sus comensales están en el interior del local. Le dieron 60 días para eso. Ayer abrió tras pagar $ 100 de multa, afirmó.

“Qué es eso, hacer quitar las luces. En otros países apoyan a los negocios para que los hagan más atractivos, que atraigan a los turistas”, dijo un cliente.

Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Municipio, sostuvo que se están haciendo controles en toda la ciudad y que habrían sido reincidentes en varios aspectos, pero que como ya fueron al Cabildo y firmaron un acta de compromiso se les abrió los negocios. No obstante, en varios de los sellos se indicaba que la clausura era por primera vez. (I)