Entre la madrugada del pasado lunes y ayer, el terrorismo golpeó con ataques en cuatro países, tres en Europa y el ocurrido ayer en Estados Unidos.

El modus operandi de los atacantes es similar a los registrados en atentados de los últimos meses, utilizando un vehículo como arma para matar, como ocurrió en Londres la madrugada del pasado lunes, cuando un hombre blanco extremista arrolló a fieles que salían de una mezquita, mató a uno y dejó heridos a diez.

Ese mismo día, el agresor de París, que había jurado lealtad al grupo Estado Islámico (ISIS), también utilizó un furgón, cargado de explosivos, y se impactó contra un carro policial. Al día siguiente, en Bruselas, un marroquí, también simpatizante de ISIS, provocó una explosión parcial en una estación de trenes, con una maleta con explosivos que tenía clavos, botellas y bombonas de gas.

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Las bombonas de gas también se hallaron en el interior del vehículo del atacante de París. En tanto, en Bruselas, las autoridades belgas encontraron en el domicilio del agresor, que fue abatido, “sustancias químicas, así como materiales que podían servir para la fabricación de explosivos”.

En el atentado en Estados Unidos, ayer, un hombre atacó con un cuchillo a un policía en el aeropuerto de Michigan, que fue evacuado y suspendidas temporalmente las funciones.

David Gelios, jefe local del FBI, dijo que el ataque fue un “acto de terrorismo”.

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El sospechoso fue detenido tras el ataque en el Bishop International Airport de Flint, Michigan. El hombre apuñaló varias veces al policía, mientras gritaba “Alá es grande”, según indicó NBC News .

En Asia
En Filipinas, unos 300 yihadistas entraron por la fuerza en la localidad de Malagakit, en la provincial de Cotabato Norte, y se enfrentaron con fuerzas gubernamentales en una balacera. No hubo reportes de víctimas y cientos de habitantes del pueblo huyeron para ponerse a salvo. En la zona opera una ofensiva de militantes de ISIS. (I)