Nerviosos y asombrados estaban ayer los residentes de la calle Ximena entre Piedrahíta y Manuel Galecio, tras el asesinato –la noche del lunes último– de Laura Altamirano García, dueña de una tienda de abarrotes ubicada en la casa 218 de esta zona céntrica, caracterizada por la presencia de distribuidoras farmacéuticas a pocos metros del suceso.

Un sujeto alto, de contextura delgada y tez canela, disparó directo al cuerpo de la mujer, quien estaba afuera de su tienda, indicaron familiares a la Policía. Fueron dos tiros los que acabaron con la vida de Altamirano, de unos 50 años.

El hombre, que andaba sin casco y tenía una chompa roja, huyó en una moto de color negro que lo esperaba en la calle Ximena, contaron vecinos.

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Con el asesinato de Altamirano la cifra de muertes violentas subió a 95, la noche del lunes último, en la zona 8, que corresponde a Guayaquil, Durán y Samborondón. Según las autoridades, no se descarta una posible venganza, ya que la víctima sería familiar de un fiscal.

“No era por robarle, porque no se le llevaron nada de la tienda. Solo se escucharon dos disparos y ya cuando salimos vimos la escena y la familia que gritaba pidiendo ayuda”, contó un vecino. El asesinato se registró alrededor de las 19:30.

La tienda de abarrotes de Altamirano permaneció cerrada ayer. Sus restos eran velados en una de las salas de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, indicó un pariente.

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La noche del domingo, a las 20:00, en cambio, fue asesinada una mujer que recibió un tiro en un pulmón al cruzar por una discoteca en la coop. Cristal, en el Guasmo sur. (I)