Nerviosismo, ansiedad e incluso pánico son algunos de los síntomas que puede provocar la aerofobia, o como se conoce popularmente al miedo a volar. 

El miedo extremo o la fobia, que según la Real Academia Española es un 'temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión', aplicado a volar en avión, puede causar episodios de estrés en algunos pasajeros antes y durante el viaje o incluso provocar que algunas personas dejen de viajar en este medio de transporte.

Esta desconfianza, que según el psicólogo y piloto Alfonso de Bertodano, tiene su origen en "un mal aprendizaje" o e "una mala interpretación de lo que sucede en el vuelo y en el propio organismo", puede desencadenar una "ansiedad desproporcionada" incluso días antes de volar. 

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"No hay un perfil claro de gente que teme a volar", explica la psicóloga Marisol Jiménez. Para ella, el único rasgo que más se repite entre las personas que padecen esta fobia es el de "querer controlarlo todo". "Son personas que no se sienten bien delegando", añade. 

Este miedo puede presentarse solo o, según apuntan desde el Grupo XXI Psicología, venir acompañado de otros problemas de ansiedad no resueltos como pueden ser un trastorno de pánico, la agorafobia o la claustrofobia.

¿Cómo combatir el miedo a volar?

1. No dejar de volar

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Aunque parezca básico, una de las principales recomendaciones es no dejar que el miedo venza y se deje de volar. Desde Grupo XXI Psicología aseguran que seguir volando permite "comprobar que lo que la persona teme en el momento previo finalmente no pasa". "Hay que comprobar que los accidentes no ocurren", apuntan estos expertos. 

2. Buscar información sobre aeronáutica

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El primer paso para perder el miedo, según explican los expertos, es tratar de hacer que la aeronáutica, y los aviones concretamente dejen de ser desconocidos. Para ello, recomiendan leer sobre su funcionamiento y la seguridad con la que cuentan a la vez que se evita leer sobre accidentes de avión. 

"Mucha gente de la que viene a los cursos se ha empapado antes de mucha información sobre accidentes", explica Jiménez.

3. Evitar el estrés en los días previos

"El estrés es acumulativo", explica Alfonso de Bertodano. Para él, es de vital importancia evitar estresarse durante los días previos al viaje ya que estos nervios podrían atacar a la persona aerofóbica en su momento más vulnerable: durante el vuelo. 

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4. Sentarse en la parte delantera del avión

Otro truco, sobre todo útil para quienes tienen ligado el miedo a volar con la claustrofobia es sentarse en la parte delantera del avión. Así, evitarán la sensación visual de tubo del avión, algo que puede incrementar mucho la ansiedad.

5. Comunicar el miedo a los tripulantes de la cabina

Es aconsejable también comunicar a los tripulantes de cabina que se siente miedo o se tienen problemas de ansiedad al volar. De esta manera, estos estarán más pendientes de las necesidades del pasajero y éste se podrá sentir arropado.

6. Distraerse durante el vuelo

El último truco es intentar distraerse durante el vuelo para evitar que aumente la ansiedad. Es recomendable leer, escuchar música relajante o practicar técnicas de relajación mediante la respiración profunda. (I)