La decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París y sus presuntos vínculos con Rusia hicieron que miles de personas marcharan el sábado en distintas partes del mundo para manifestar su rechazo, aunque algunos también se concentraron para apoyarlo.

Todos estos eventos llegan al mismo tiempo que la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, terminara con días de confusión al dejar claro que Trump "cree que el clima está cambiando" y que la acción contaminante del hombre es en parte responsable de ese cambio.

La diplomática insistió en una entrevista en CNN que Trump, que con frecuencia ha hablado del calentamiento global como de un "fraude", estaba preocupado por el cambio climático. "Que Estados Unidos abandone un club no significa que no nos preocupemos por el ambiente", dijo.

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Pero la decisión que Trump anunció el jueves de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, diseñado para disminuir las emisiones contaminantes y desacelerar el calentamiento de la Tierra, desató la condena global y provocó muchas protestas este sábado.

La mayor de todas las que tuvieron lugar en Estados Unidos fue probablemente la de Nueva York, donde unos 3.000 manifestantes se concentraron en Foley Square, en la parte baja de Manhattan, con carteles que decían "¡Mentiroso!", "¡Enciérrenlo!" o "¡Recuperemos EEUU!".

Vínculos con Rusia

Una cantidad parecida se congregó alrededor del monumento a Washington en la capital, pero para exigir una investigación completa e independiente sobre los vínculos del comité de campaña de Trump con Rusia para ayudarlo a ganar las elecciones presidenciales de noviembre.

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Otras concentraciones tuvieron lugar en otras ciudades, desde Portland (Oregon) hasta Lima (Perú) o Múnich (Alemania). En algunas de estas concentraciones también se exigía que Trump mostrara sus declaraciones de impuestos, algo que el magnate se ha negado a hacer desde los tiempos de la campaña.

Las protestas en Estados Unidos fueron pacíficas, pero también notablemente menores a las que existieron los días siguientes a la elección presidencial.

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Estos movimientos calientan el ambiente ante la esperada declaración del exdirector del FBI, James Comey, frente a una comisión del Senado el próximo 8 de junio. Comey dirigía una investigación sobre la trama rusa antes de que Trump lo despidiera a principios de mayo.

Otro antiguo director del FBI, el respetado Robert Mueller, ha sido nombrado para dirigir un consejo especial para investigar los presuntos vínculos del comité de campaña de Trump con Rusia.

En favor de Trump

Al mismo tiempo que tenían lugar estas manifestaciones, cientos de manifestantes se reunieron frente a la Casa Blanca para manifestar su apoyo al presidente.

El rally fue llamado "Pittsburgh, no París" en referencia a la afirmación del presidente el jueves: "Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de París".

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Entre los simpatizantes de Trump estaba Vince Harrison, de 56 años, un bombero retirado de Washington, quien dijo que era la primera manifestación a la que asistía en su vida: "Ese tratado nos costaba miles de millones de dólares, mientras otros países no ponían nada".

Los que apoyan el Acuerdo de París recuerdan que el mismo no obliga a ningún país a hacer nada, pero la presencia de Estados Unidos, el segundo mayor contaminador del mundo después de China, era vital.

En la manifestación a favor de Trump, muchas personas aseguraron que nos les importaba que Estados Unidos fuese el único país que se retiró del Acuerdo de París, además de Nicaragua y Siria que no suscribieron el pacto, y recordaron que había cosas más urgentes por hacer, como construir el prometido muro en la frontera con México.