El presidente de Brasil Michel Temer declaró este martes que permanecerá en el cargo hasta que culmine su mandato en diciembre de 2018, pese a crecientes llamados a que renuncie en medio de un enorme escándalo de corrupción.

Durante un foro de inversiones, el mandatario aseguró además que implementará medidas de austeridad y reformas económicas a pesar de que han resultado impopulares.

Temer ha estado bajo presión desde que la fiscalía hace dos semanas inició una investigación por obstrucción de justicia y corrupción pasiva. El mandatario rechaza los señalamientos y acusa un prominente empresario de estar conspirando en su contra.

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El presidente también aseguró que Brasil va por la vía correcta, desde que asumió el cargo tras la destitución de su predecesora, Dilma Rousseff.

"Hoy estamos en el camino correcto. Volvimos a enderezar el rumbo del país", dijo. Añadió que el próximo presidente encontrará "la casa en orden".

Según encuestas recientes, el respaldo popular de Temer es menor al 10 %. Ocho ministros de su gabinete están siendo investigados por denuncias de corrupción. Ante las protestas callejeras, varios partidos en el Congreso han abandonado la coalición de gobierno.

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La corte electoral prevé iniciar deliberaciones la semana próxima acerca de su debe ser destituido por financiación ilegal de su campaña a vicepresidente. El mismo juicio podría despojar de derechos políticos a su predecesora Dilma Rousseff, a quien sucedió el año pasado tras su destitución. (I)