El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, invitó este lunes al papa Francisco a su país para pedir disculpas a niños de pueblos aborígenes por el trato que les propinó la Iglesia católica en las escuelas que administra en Canadá.

A partir de fines del siglo XIX, alrededor de un 30 por ciento de los niños aborígenes de Canadá, o unos 150.000 menores, fueron puestos en lo que se conocía como “escuelas residenciales” en un intento del Gobierno por despojarlos de sus culturas tradicionales y lenguas ancestrales.

Por más de un siglo, las escuelas fueron financiadas por el Gobierno, pero muchas eran administradas por iglesias cristianas, la mayoría por iglesias católicas romanas. “Le dije lo importante que es que los canadienses avancen en una reconciliación real con los pueblos indígenas y le resalté cómo él podría ayudar emitiendo una disculpa”, declaró Trudeau a los periodistas tras reunirse con el sumo pontífice. Agregó que había invitado al papa a disculparse en Canadá.

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La Comisión de Verdad y Reconciliación de Canadá dijo en un reporte en 2015 que la práctica, que mantenía alejados a los niños de las comunidades de las Primeras Naciones, Inuit y Métis, de sus padres, era equivalente a “genocidio cultural”.

Según la comisión, muchos niños fueron abusados física y sexualmente. (I)