Ángela Morocho llegó ayer al mediodía con su familia desde Manta, donde estuvo paseando y visitando amistades desde el viernes cuando comenzó el feriado. Ella, su esposo y sus dos hijos se bajaron de un bus de la cooperativa Reina del Camino, que arribó a la terminal terrestre con 22 pasajeros.

“Viajamos temprano porque los niños deben descansar y hay que dejar todo listo: tareas y uniformes para mañana (hoy) trabajar y estudiar”, sostuvo Morocho.

Desde las playas más cercanas también hubo viajeros que adelantaron su regreso. Carlos Cortés, conductor de la cooperativa Libertad Peninsular, salió a las 10:00 desde el terminal de Sumpa, en Santa Elena, con el bus lleno.

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En el peaje de Chongón también se vio al mediodía que decenas de vehículos entraban a Guayaquil, en especial de turistas que se fueron el viernes y sábado a la Península. Unos optaron por retornar temprano, para evitar mayor tráfico en la autopista.

Durante el asueto, el operativo desplegado por la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) contabilizó 10.092 carros que entraron a la Península en dos días, una cifra dos veces menor a las habituales en otros feriados.

El día con mayor ingreso de visitantes en vehículos livianos fue el viernes con 4.535 y el sábado la llegada fue menor con 4.357. La mayor parte entró por la vía Guayaquil-Salinas (Estatal 40).

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Desde el norte, por la Ruta Spondylus, la entrada de los vehículos fue menor.

También hubo quienes prefirieron viajar a Playas o Varadero, sitios ubicados a una hora y media de Guayaquil, para regresar en el mismo día y así evitar pagar hospedaje. (I)

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También hubo quienes prefieron quedarse en la ciudad. Al balneario artificial de la ciudadela Coviem asistieron hasta las 11:30 de ayer unas mil personas y se proyectaba que hasta las 14:00 se completara la capacidad de 3.500 bañistas.