Cinco hombres decapitados este viernes en Veracruz; un policía muerto por sicarios en Chihuahua el jueves; cuatro taxistas baleados en Guanajuato el miércoles; siete hombres ejecutados en Michoacán el 18 de mayo; en este mismo estado es secuestrado el periodista Salvador Adame, 24 horas después de que el Gobierno prometiera más seguridad a la prensa, luego del asesinato del comunicador Javier Valdez, que conmocionó a México el 15 de mayo.

Son muertes ocurridas en los últimos días. En marzo pasado, en Veracruz, se hallaron más de 250 cráneos en una fosa; en enero seis personas fueron ejecutadas y otros cinco jóvenes se reportaron como desaparecidos en este mismo estado.

El desangre en México no para, más bien repunta. En lo que va de este 2017, el nivel de violencia es tal que este periodo se convierte en el de mayor criminalidad en la presidencia de Enrique Peña Nieto, quien asumió el poder en 2012. Solo en marzo se registraron 2.020 asesinatos. La barrera de los 2.000 muertos en un mes no se había superado desde que el expresidente Felipe Calderón inició la guerra contra el narcotráfico y los carteles a fines de 2006 y que ya suma 177 mil muertos y 30 mil desaparecidos.

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Con 23 mil homicidios reportados en 2016, México se ubica como el segundo país más violento del mundo, detrás de Siria, según el International Institute for Strategic Studies de Londres (IISS).

El IISS explica que el incremento del 22,8% de los crímenes se debe en parte a los enfrentamientos entre la fuerza pública y los carteles, y por enfrentamientos internos que han tenido estas organizaciones criminales, cada vez más fragmentadas.

Antonio Sampaio, experto en seguridad del IISS, dijo al diario El Universal que las cifras son muy alarmantes. Añadió que una de las principales causas del aumento de las muertes se debe a la adopción de tácticas militares que han tenido carteles como Los Zetas y Jalisco Nueva Generación, lo que junto a los enfrentamientos en las intervenciones policiales y militares han elevado la intensidad del conflicto.

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Para Sampaio, este escenario continuará hasta que se enfrenten las causas estructurales del problema, como la corrupción en la Policía y la débil institucionalidad del país. La violencia en México es un cáncer y la impunidad, una metástasis para un sistema ingobernable, publicó El País.

Riesgo para periodistas
La prensa ha sido víctima de esta violencia. Solo en lo que va del 2017 han sido asesinados seis periodistas. El último de la lista fue Javier Valdez, conocido cronista especializado en temas del narcotráfico.

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A Valdez lo bajaron de su vehículo, lo pusieron de rodillas en la calle y le dispararon doce veces. Fue en el estado de Sinaloa, cuna del cartel de Joaquín Chapo Guzmán, cuya captura el año pasado agitó las disputas.

Su deceso despertó el repudio y protestas de sus colegas, pidiendo justicia. Desde 2000 hasta la fecha, 106 periodistas han sido asesinados, mientras, desde 2003, otros 23 constan como desaparecidos, según la organización Artículo 19. La Fiscalía Especial de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión investigó en los últimos seis años 798 casos de agresiones contra periodistas, de los cuales solo tres recibieron sentencias condenatorias.

Servidores públicos como alcaldes y policías han amenazado a los periodistas con más frecuencia que los carteles. Algunos comunicadores han sido torturados o asesinados a petición de alcaldes; otros fueron golpeados en sus redacciones por hombres armados bajo órdenes de funcionarios locales y policías, que habían amenazado con matar a los periodistas por sus coberturas, publicó The New York Times.

México es el tercer país más mortífero para los periodistas, detrás de Irak y Afganistán, según la Federación Internacional de Periodistas, que registró los asesinatos de once comunicadores en 2016. (I)

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Combustible
Otra batalla

Robos
A la violencia también se añade las bandas de ladrones de combustible de la franja huachicolera (seis municipios del estado de Puebla) que enfrentan a los cuerpos de seguridad del Estado y afecta el tejido social de esta localidad en la que un policía -al tomar ese camino- puede pasar de ganar $ 270 mensuales a $ 50.000.

11
Años

Ese tiempo lleva la guerra contra el narcotráfico, iniciada por el expresidente Felipe Calderón.