El ministro de Educación, Fander Falconí, revisará "exhaustivamente" el trámite de disolución de la Unión Nacional de Educadores (UNE) aunque aclaró que no se detendrán procesos que estén en marcha.

Falconí, quien fue canciller y dirigió la Senplades en el gobierno de Rafael Correa, hizo -este jueves- un saludo oficial a la comunidad educativa en el colegio Simón Bolívar en la que mencionó que mantendrá absoluto respeto con las organizaciones vinculadas al ámbito educativo.

Señaló que su tarea fundamental será incrementar la excelencia que se mide por logros educativos. "Quiere decir que un estudiante tenía un nivel de conocimiento en un momento dado del tiempo y que luego de un período de aprendizaje, él tiene que mejorar su calidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje y para eso la interacción docente-estudiante es la clave", argumentó.

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El funcionario dijo que se va a tratar de aligerar la carga administrativa para el docente, a fin de que tenga opciones y libertad de capacitación.

Sobre la infraestructura educativa, expresó que se la va a mantener, además de resaltar el modelo de gestión territorial centrada en distritos y circuitos, la que dijo se la potenciará.

"Y si hay algo que reveer, digamos en la ubicación de determinados centros académicos, lo vamos a hacer porque además es un pedido del presidente (Lenín) Moreno".

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Acerca de la jubilación de profesores, algunos de los cuales adolecen de enfermedades catastróficas, respondió que se reunirá la próxima semana con las autoridades del frente económico para tratar el tema.

Álvaro Sáenz, ex delegado de Alianza País (AP) ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), es el viceministro de Educación y Jaime Roca, es el viceministro de gestión educativa.

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Falconí renunció a su cargo en el Consejo de Educación Superior (CES) que lo ocupó como vocal académico desde agosto 2016. (I)