Su último tuit como presidente de la República fue para anunciar el cierre del último albergue en Manabí, creado para los damnificados por el terremoto del 16 de abril de 2016.

Rafael Correa usó esa red social minutos antes de entregar el cargo en la Asamblea. “Hoy cerramos el último albergue oficial de los damnificados del terremoto. La herida nunca se cicatrizará, pero al menos nuestros hermanos ya no duermen en carpas”, posteó.

El exmandatario se refería así al cierre del albergue Llanos de Pedernales, en Manabí.

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Horas antes, en ese lugar, se había desarrollado una ceremonia para desarmar las carpas. En ese lugar estaban 184 familias que perdieron enseres y viviendas durante el terremoto del 16 de abril del año pasado.

Quienes estaban en ese albergue manabita fueron trasladados a viviendas construidas por el Gobierno.

La Secretaría para la Reconstrucción informó que ya 230 familias se encuentran en sus viviendas.

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Eifemia Olives, una de las damnificadas, recibió una de las casas gubernamentales y se mostró satisfecha, pues era un sueño que anhelaba.

Con este cierre, la provincia de Manabí “se ha quedado sin albergues, las familias que vivían allí ahora tienen nuevos hogares”, indicó Reconstruyo Ecuador, que dirige Carlos Bernal, quien fue ratificado en esa secretaría.

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En las próximas horas, esa dependencia informó que se cerrarán los últimos tres que quedan en Esmeraldas.

Cerca del mediodía de ayer, se trasladaban en camionetas los enseres de 63 familias que pernoctaban en el albergue de Portete de Esmeraldas. Ellos iban a ser ubicados en sus nuevos hogares.

Durante los últimos días, el gobierno saliente hizo varios cierres. Uno de ellos fue el albergue Muisne 1. Allí, 56 familias dejaron las carpas y fueron hasta nuevas casas. El 18 de mayo pasado, también el vicepresidente Jorge Glas inauguró el puente peatonal que une Muisne con el continente. (I)