La muerte de María Choloquinga, de 19 años,  por supuestas prácticas de brujería el pasado martes, colmó la paciencia de los comuneros de Maca Grande, parroquia Poaló, cantón Latacunga, por lo que decidieron salir a buscar a los presuntos responsables.

Los comuneros se desplazaron la mañana de este miércoles hasta el barrio ambateño en donde se sabía atendía la supuesta bruja, la detuvieron y se la llevaron. También fueron en busca del shaman que en Latacunga les había advertido que el nombre de la muchacha estaba en el libro, pero que se la podía salvar de morir si se le pagaba a la bruja para que la borrara de la lista.

Una vez con los dos supuestos practicantes de brujería que se identificaron como Janeth N. y Alfonso N. se los llevaron a la comunidad, en donde procedieron a desnudarlos, luego de bañarles con agua y ortiga, se les hizo caminar descalzos por aproximadamente cinco kilómetros por un camino agreste, en donde predominaban piedras de todo tamaño y lastre.

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Luego de alrededor de 45 minutos llegaron a la casa en donde se velaba el cuerpo de Choloquinga. Ahí se les interrogó, la acusada aseguró que no practicaba la brujería, que la muchacha murió por alguna enfermedad y que el nombre constaba en el libro porque cuando llegaban los familiares a preguntar si era verdad que estaba en la lista, una persona que se encontraba en otra habitación se encargaba de ponerla ahí.

Andrés Tipán, cabildo (presidente) de Maca Grande, afirmó que Choloquinga no era la primera víctima de los supuestos brujos, que el trabajo lo han hecho por años, que cobraban entre $2.000 e incluso hasta $5.000 para retirar de los libros los nombres de comuneros no solo de este sector sino de otros aledaños.

Dijo que quieren que el dinero les sea devuelto porque aseguró que fueron estafados, que además tienen que declarar quién o quiénes eran los cómplices para anotar los nombres en los libros. (I)