El presidente de Brasil rechazó una vez más los pedidos de que renuncie en medio de un gran escándalo de corrupción, en una entrevista con el diario Folha de S. Paulo. Michel Temer declaró que renunciar equivaldría a admitir culpabilidad.

Temer dijo que permanecerá en el cargo con la ayuda de sus aliados en el Congreso hasta diciembre de 2018, a fin de implementar medidas de austeridad y reformas económicas que han resultado impopulares.

En la misma entrevista, el mandatario afirma que pecó de ‘ingenuo’ al recibir al empresario que lo grabó secretamente manteniendo una conversación comprometedora.

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Temer recibió el pasado 7 de marzo alrededor de las 11 de la noche en su residencia en Brasilia a Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS, sin dejar constancia de ese encuentro en su agenda oficial.

Batista grabó la conversación y la entregó a la Justicia, en el marco de un acuerdo de delación premiada. El Supremo Tribunal Federal (STF) abrió una investigación sobre el caso.

Temer añadió que cuando Batista insistía en encontrarse con él, pensaba que era por el escándalo de la carne adulterada, destapada públicamente por la policía federal diez días después de ese encuentro

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El mandatario sostiene que esa grabación es manipulada y pide al STF que suspenda su investigación, mientras este ente resolvió ayer que solo decidirá si lo juzga por corrupción cuando la policía finalice las pericias sobre el material. (I)

Grabación
Arreglo

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Afecta respaldo
Como parte de un arreglo de reducción de pena, el empresario Joesley Batista declaró que pagó a Temer y a sus aliados millones de dólares en sobornos y fondos ilegales para campaña. Ello ha afectado severamente el respaldo popular a Temer, que según encuestas se halla por debajo del 10%.