Estik González Salazar, de 24 años, recibió ocho impactos de bala dentro de su peluquería y barbería, ubicada en la cooperativa Santa Mónica, en el sur de Guayaquil. Eran las 20:00 del viernes 19 cuando se registró el asesinato del joven que deja en la orfandad a dos niños de 6 y 4 años, frutos de su primer compromiso.

Gabriela M., pareja actual del ahora occiso, estaba en el baño del local cuando escuchó las detonaciones. Al salir vio a su conviviente en el piso y llamó a la ambulancia, que lo trasladó a un hospital cercano, donde murió poco después, según la denuncia que presentó la conviviente.

En el documento acusa a un sujeto que una semana antes lo habría amenazado con matarlo por defender a un amigo y pide que se realicen las investigaciones respectivas.

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Personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) ubicó al denunciado y lo trasladó a la unidad judicial Albán Borja, donde luego de poner en conocimiento de la fiscal de turno, María Aguirre, esta estableció que no existían elementos suficientes para ordenar su detención, según el parte policial.

En el sitio, agentes policiales encontraron nueve vainas, una bala deformada. Levantaron la información de cámaras de video del local y aledañas para identificar a los sospechosos.

A pocas cuadras de la peluquería vivía la pareja. Parientes de él expresaron su consternación por lo sucedido. “Él se dedicaba a su trabajo, a los bebés. No sabemos cómo decirles a los bebés”, dijo Ana González, tía del fallecido.

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Estik González Salazar tenía antecedentes penales por hurto y evasión de detenidos. (I)