Una réplica digital de la Sábana Santa de Turín, llamada también Síndone, consta entre las 250 piezas de la considerada exposición más grande del mundo sobre la Sábana Santa, que llegó en este mes a México, país en el que estará hasta el 31 de agosto próximo.

El atrio de la Catedral Primada de México alberga a la muestra que recorre el mundo y que tiene 50 piezas originales, de las 250 de la exposición.

Según la tradición de la Iglesia católica, la Sábana Santa cubrió el cuerpo de Jesús tras su muerte en la cruz, durante su entierro en el sepulcro y hasta su resurrección, se indica en el portal de la agencia de noticias católicas Aciprensa.

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La Sábana Santa o Síndone ha sido objeto de estudios científicos para determinar su autenticidad y origen.

Álvaro Blanco, curador de la exposición, destacó que la Sábana Santa “es considerado el objeto más estudiado por el hombre” y que es expuesta cada 25 años o en ocasiones especiales. “Pero por lo regular está guardada. No como aquí, que la Virgen de Guadalupe está expuesta”, comentó.

México también espera la llegada de más turistas de la región, como los sudamericanos, interesados en visitar esta muestra itinerante.

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“El objetivo de esta exposición era hacer algo itinerante, para que la gente pudiera acercarse a conocer la Sábana Santa”, agregó Blanco.

Entre las piezas más importantes, destacó, se encuentra “el cuerpo, que es una obra realizada por Juan Manuel Miñarro”, artista español, que “ha conseguido, a través de métodos forenses, representar todas las heridas que aparecen en la Sábana Santa y localizarlas en el cuerpo de un hombre, con las características físicas que mantiene el hombre que hay en la Sábana Santa”, dijo.

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La exposición incluye una lanza romana de la época de Jesús, cuyo diámetro coincide con el de la herida en el costado del hombre de la Sábana Santa, recoge Aciprensa.

“Esta exposición es de alguna manera como un documental, una película, en la que el espectador va con un sistema audio, que le va contando una historia y que va descubriendo todas las piezas”, explicó Blanco.

Son doce salas en las que el espectador va descubriendo estas piezas, consideras únicas.

Antes de llegar a México, la exposición pasó por España. En total, la muestra itinerante ha recibido cerca de un millón de visitas, según sus impulsores.

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El ingreso en México es gratuito, pero el servicio de guiado especial con audio cuesta 50 pesos (unos $ 2,60). El recorrido dura 40 minutos. Se la puede ver de 09:00 a 20:00. (I)