Más de 41.000 indocumentados fueron arrestados en EE.UU. en los 100 primeros días de gobierno del presidente Donald Trump, que llegó al poder con la promesa de endurecer la política migratoria del país, según la agencia AFP.

Policía, fiscales y jueces han recibido la orden de tener una postura más dura con los inmigrantes irregulares, deteniendo a cualquiera que no posea papeles, incluso si ha estado en el país por décadas, y procesándolo con celeridad.

Los arrestos incluso se multiplicaron en lugares que hasta entonces eran considerados ‘sensibles’, como una iglesia o un tribunal, o en las llamadas ciudades santuario que los protegen. En total, aproximadamente unas 400 diarias. (I)