Esther, quien nació hace 22 años con parálisis cerebral infantil y escoliosis lumbar, fue una de las 28 beneficiarias de sillas de ruedas que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días entregó en coordinación con la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

Jenny Vera, la madre de la joven, comentó que fue difícil estar durante estos años sin ese apoyo para movilizarla. “Mi niña pasaba del mueble a la cama, el coche postural que tenemos ya está deteriorado, y no facilita su movilización. Esta silla de ruedas nos viene muy bien, sobre todo por las consultas y las terapias que con frecuencia debo realizarle”, expresó.

Las personas con discapacidades que recibieron este recurso fueron previamente evaluadas y capacitadas sobre el manejo idóneo para mejorar la movilidad.

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Los familiares también recibieron la capacitación ‘Pautas para el suministro de sillas de ruedas manuales, en entorno de menores recursos’, que fue dictada por fisioterapeutas y en la que se detalló la forma del ensamblaje, ajustes, mantenimiento y reparación. (I)