El jueves en la noche en el teatro Lalama se realizó el festival La danza es vida 2017, en el que, además de los grupos ecuatorianos Fusiones y TradiArte, estuvieron delegaciones de Bolivia, Perú y Colombia.

El encuentro se extendió hasta ayer con la clausura en la casa-museo Juan León Mera.

Ángel Bayas, presidente del Centro Cultural TradiArte, comentó que la coreografía Mi bella Amazonía presentó tres cuadros: el primero, que resaltaba la forma como se creó la selva; luego, la simbiosis que hubo entre los árboles, los animales y las nacionalidades indígenas, así como la cosecha que resalta el trabajo que hace la mujer como parte del sustento alimenticio en la comunidad.

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Dijo que el tercer cuadro es la entrada de los guerreros que defienden lo que actualmente sucede en la Amazonía con la deforestación, explotación petrolera e invasiones, porque “lo que le interesa es vivir en armonía con la naturaleza, que es el mensaje que quieren emitir”, sostuvo.

Bayas comentó que festivales como el que se presentó el jueves pasado permiten enriquecer y fortalecer la identidad, que ese es uno de los objetivos en el que se empeña su Centro Cultural, que tiene veinte años de trayectoria, para lo cual impulsa la escuela de niños desde los cinco años de edad, además de trabajar con jóvenes indígenas que ayudan incluso a introducirse a las comunidades para hacer la investigación necesaria que permita poner en escena las vivencias de cada sector ancestral.

Hernán Chicaiza, director del Centro de Danza Fusiones y del festival, señaló que el programa se llevó a cabo por el cuarto aniversario de creación, así como por las festividades de cantonización de Cevallos, en donde se presentaron los grupos el sábado en la tarde.

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Añadió que el trabajo de la agrupación no se centra en solo hacer danza, sino en promover la cultura autóctona del país, principalmente en los niños y jóvenes para que conozcan lo que es parte de la identidad de los ecuatorianos.

Por esa razón dijo que el grupo trabaja con jóvenes desde los 15 hasta los 25 años, la mayoría estudiantes, quienes dedican en sus tiempos libres a hacer cultura, a rescatar y a resaltar lo que son los pueblos ancestrales del país. (I)