La Seguridad Social estuvo en el discurso del Gobierno a lo largo de estos diez años como un objetivo primordial.

En una intervención, antes de la primera vuelta electoral, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Richard Espinosa, mencionó como logros la duplicación de afiliaciones: en 2006 eran 1,5 millones y para 2017 llegan a 3,1 millones; el aumento de profesionales de la salud que antes de Rafael Correa eran 5.000 y ahora suman 17.000; y el incremento de pensiones.

Ese día, al verificar obras de un hospital en Quito, Espinosa también prometió la construcción de 52 nuevas unidades médicas este año y subir a 23.000 el número de profesionales, advirtió que de los ciudadanos dependía que estos proyectos continuaran.

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Ese discurso, que aseguraba que “el IESS está mejor que nunca”, dista de la opinión de varios analistas y jubilados para quienes el IESS y su banco, el Biess, han jugado un doble papel dentro del Gobierno.

Por un lado, un fuerte caballo de batalla para destacar el interés del régimen en el área social y ganar apoyo ciudadano; y por otro, ser un puntal financiero importante para sus cuentas.

Esta posibilidad financiera ya fue prevista por el Gobierno en el 2009, que incrementó el límite de inversión pública del Biess del 50% en el sector público al 75%, recuerda Carmen Corral, quien fue intendenta de Seguridad Social.

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Para ella, el IESS fue administrado estos diez años, conforme a las condiciones de la economía y las necesidades políticas, pero no técnicamente. Considera que al expresidente del Consejo Directivo del IESS Ramiro González le tocó administrar durante una etapa de bonanza, en la cual incluso se pactó el pago de la deuda histórica del Estado al IESS, que incluía la deuda de salud.

Pero cuando llegó la crisis, coincidiendo con la administración de Espinosa, se tomaron decisiones como dejar de pagar el 40% para pensiones ($ 1.200 millones) y desconocer la deuda de salud ($ 2.500 millones), y el cruce de primas, no contemplado en la ley.

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Se usaron dineros del IESS

Según Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, el Biess fue importante fuente de financiamiento mientras tuvo recursos líquidos. El portafolio de inversiones del Biess creció de $2.400 millones en el 2006 a $ 17.600 millones en el 2017. Pero al analizar las cifras se puede observar que entre 2007 y 2014 las inversiones en bonos de Finanzas subieron en 500%, al pasar de $ 1.516,5 millones a $7.125 millones.

Hasta abril del 2016, las inversiones siguieron creciendo, pero menos aceleradamente, hasta llegar a $ 7.646 millones en papeles a 12 y 15 años plazo. Unos $ 3.439 millones en estos fueron entregados por el Estado por el pago obligatorio del 40%, cuando ya no tenía liquidez. Finalmente, decidió cortar el aporte, con la promesa de que pagará cuando se lo necesite.

Corral coincide en que el Estado ha aprovechado los recursos del IESS. “Todos los gobiernos han usado al IESS como caja chica, pero este lo usó como caja grande”, opina.

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Para ella, se tomaron estas medidas que afectaron al IESS, pese a estudios actuariales que recomendaban lo contrario.

Por ejemplo, en el estudio de Actuaria del 2010, que luego fue rechazado por Fernando Cordero cuando fue presidente del Consejo del IESS, se indicaba que el aporte para pensiones era insuficiente, y que además se debía pagar de manera oportuna el 40%. Se indicaba que el déficit actuarial del IESS con 40% de pensiones al 2050 estaba en $ 65.865 millones, y sin ese aporte subía a $ 71.007 millones.

Visión de jubilados

Édison Lima, representante de los jubilados, considera que el Gobierno debe volver a pagar ese 40% y reconocer la deuda de Salud. Aunque admite que el estudio iniciado por la Contraloría está demorado, pues no encuentran la documentación necesaria para establecer los montos. Igual sostiene que el pago por salud se debe concretar, pues el IESS está cumpliendo con la atención médica a los jubilados, que por ley debe reconocer el Estado.

Y cree que una medida antitécnica fue atender a los hijos de los afiliados sin un financiamiento. Uno de los logros que el Gobierno destaca es que hay 9 millones de beneficiarios.

Paulina Guerrero, exmiembro del Consejo Directivo del IESS, destituida acusada de incumplir la Ley de Seguridad Social, tras oponerse al cruce de primas (lo cual bajó flujos para Pensiones y aumentó a Salud), explica que entre las medidas “populistas” estuvieron, justamente, incrementar como beneficiarios a hijos, pero también se ha postergado una depuración en el Seguro Social Campesino, cuyos miembros con $ 2 de aporte tienen acceso a cobertura de sus familias.

Para Guerrero, el manejo político fue evidente, y de ejemplo dice que durante la gestión de González se creó su propio partido político. (I)

Institución
Algunos cambios

Autoridades de la década
Al frente del IESS-Biess estuvieron Ramiro González, Fernando Cordero, Hugo Villacrés y Richard Espinosa.

Seguro amas de casa
El Gobierno creó un Seguro para las amas de casa, financiado por el excedente de utilidades de los trabajadores, y por un aporte simbólico de la familia de la mujer.

Desempleo
Dentro de la última reforma laboral, el Gobierno creó un seguro de Desempleo. Según el Gobierno, al momento se han beneficiado de esta medida unos 37.200 afiliados.