Los asambleístas electos que no residen en Pichincha alistan su mudanza a Quito para ejercer, desde este domingo, el cargo que ganaron en las urnas.

Algunos, al ser noveles en la Función Legislativa, buscan dónde vivir y analizan si trasladarse de manera permanente a la capital. También hay quienes han hecho consultas médicas, pues temen que la altura afecte su salud.

Los amazónicos Elio Peña (ID-PK) y Fredy Alarcón (SP) coinciden en que tienen hospedaje en Quito, pero no de manera permanente o por el periodo que dura su cargo.

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Peña, exprofesor y exsecretario de la Alcaldía de Chinchipe, cuenta que vivirá con un amigo de Zamora Chinchipe, la provincia por la que ganó.

Él estima que será hasta julio próximo, cuando espera mudarse a un departamento con el espacio suficiente para su esposa y cuatro hijos, a quienes debe buscarles un colegio.

Alarcón, exdocente y exdirigente transportista, dice que compartirá con sus tres hijos el sitio por el cual paga alquiler, pues ellos estudian la universidad en la capital.

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Sin embargo, el asambleísta, que representa a Sucumbíos, remarca que no habitará de manera permanente en Quito, porque quiere mantener el “contacto” con sus comunidades y sectores sociales.

Wendy Vera (AP), quien fue electa por Guayas, también se alojará con familiares de forma temporal, hasta alquilar un lugar que le dé independencia.

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Vera, cantante y productora musical, prevé dividir su tiempo entre Quito y Guayaquil porque alternará su trabajo en el Parlamento con el de compositora, y porque las estadías prolongadas en la capital podrían afectar su salud.

Ella refiere que es asmática, y que por tal condición su doctor le ha recomendado practicar natación en la capital.

La esmeraldeña radicada en Guayaquil Mayra Montaño (MG-PSC) y el pujilense que habita en Latacunga Jaime Olivo (PK) coinciden en no tener hospedaje, pero no en la proyección de radicarse en Quito.

Montaño, representante de Guayas, dice que se quedará unos días en un hotel y luego buscará un sitio con capacidad para su hija, hermano y ella.

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La asambleísta, conocida como ‘La Bombón’, apelativo que adquirió cuando trabajó en radio y televisión, estima que al inicio de su gestión se movilizará constantemente entre Quito y Guayaquil, y que después extenderá su estadía en la capital para evitar el “trajín”.

Olivo, quien ganó en la provincia de Cotopaxi, afirma que manejará la hora y media que distancia –en carro particular– a Latacunga de la capital.

Él, quien hasta antes de candidatizarse fue fiscal de Asuntos Indígenas en su provincia, no planea mudarse de manera permanente a Quito.

Dice que le parece una ciudad “muy grande”, y que prefiere que sus hijos continúen su educación en Latacunga.

Los oficialistas Rubén Bustamante, de Tungurahua, y Rosa Orellana, de El Oro, indican que ya tienen dónde vivir en Quito, pero que no residirán permanentemente allá para cuidar el “trabajo en territorio”.

Los dos se han desempeñado como servidores públicos en el actual Gobierno. (I)

800
dólares

reciben los asambleístas que viven a más de 60 km de Quito, a modo de compensación económica.

5.009
dólares

es el salario mensual de los legisladores, sin importar si son nacionales o provinciales.

Le cuento que estoy en búsqueda de un departamento porque como buena negra soy exigente. Entonces salir de una casa grande y meterme a un cuartito, para mí va a ser difícil, tomando en cuenta que me voy con mi hija y mi hermano.Mayra Montaño, legisladora PSC-MG