Con la siembra de 8.000 árboles nativos ayer, el Municipio de Quito tenía previsto concluir con su campaña de reforestación para alcanzar la siembra de 400.000 especies, entre octubre de 2016 y mayo de 2017.

Verónica Arias, secretaria de Ambiente del Cabildo quiteño, dijo que en 2016 sembraron la misma cantidad de árboles con el apoyo de la empresa privada, organismos no gubernamentales, barrios, entidades educativas, y aspiran –este año– a igualar la meta.

La jornada de reforestación se realizará en la reserva El Paluguillo, en la que intervendrán unos 1.300 voluntarios. Es una propiedad de 800 hectáreas que incluye un vínculo entre la reserva Cayambe-Coca y la reserva Antisana.

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La funcionaria dijo que es parte del área protegida del cerro Puntas y recordó que hace tres años se declararon como zona protegida del Distrito Metropolitano 28.500 hectáreas de ese cerro, por su importancia biológica y porque además de esa área se abastece el 90% del agua que llega para Quito.

También sostuvo que la prioridad es reforestar en zonas degradadas, que necesitan cobertura vegetal y han sido susceptibles a incendios.

Con esto se busca mitigar los efectos que vienen con el verano, como deslizamientos en masa, y en el invierno generará una infraestructura verde que mantiene la calidad del suelo. Además, regula la temperatura y mitiga los efectos nocivos de la contaminación.

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El Fondo para la Protección del Agua (Fonag) estará a cargo del seguimiento de la plantación, así como de labores de mantenimiento para que la recuperación de la zona sea duradera. La inversión estimada para las tareas de siembra de estas especies nativas sería de $ 120.000. (I)