La suspensión de la brasileña Odebrecht de su intención inicial de salir del consorcio, que integra con la española Acciona, encargada de la construcción el Metro de Quito, generó críticas en la sesión del Concejo Metropolitano que analizó el tema este jueves.

El 19 de octubre de 2016, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, recibió una solicitud del consorcio de modificar su reconformación. Ese pedido fue puesto en consideración de los cuatro organismos internacionales que financian la obra: Los bancos Interamericano de Desarrollo, Banco Europeo de Inversiones, de Desarrollo de América Latina y el Mundial, que expidieron su no objeción a esa reconformación. Así el 21 de abril Rodas suscribió la autorización para aquello.

Sin embargo, Odebrecht cambió de parecer aduciendo que no se cumplieron las condiciones previstas entre ambas compañías.

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Anabel Hermosa, concejala de AP), rechazó la continuidad de Odebrecht en el proyecto: “Ha sido nefasta” a nivel latinoamericano.

Eduardo del Pozo (CREO) dijo que si bien la salida de la brasileña del consorcio es un tema entre esas compañías, sugirió “conminar” a que suscriban su desvinculación.

El presupuesto para la construcción de la obra es de $ 2.009 millones. La brecha de financiamiento sería de $ 331 millones, según Miguel Dávila, administrador del Cabildo. Esto porque $ 80 millones previstos por una titularización de tasas aeroportuarias no serían conseguidos y $ 251 millones tampoco se tendrían del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil.

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Una alternativa, agregó, sería el BID, para ello se haría una reunión la próxima semana con el Ministerio de Finanzas.

En la sesión se dijo que el proyecto no tiene inconvenientes a pesar de los casos de Odebrecht en varios países. (I)