Al menos 46 personas, en su mayoría civiles, murieron ayer en ataques suicidas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un campo de refugiados y desplazados en Siria, donde las fuerzas antiyihadistas progresan hacia Raqa.

El EI es el objetivo de una ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias que lograron expulsar a los yihadistas del 90% de Tabqa, una ciudad clave rumbo a Raqa, considerada la capital del EI en Siria. Pese a la presión, el grupo terrorista, que ha perdido terreno, ejecuta sangrientos ataques. (I)