“¡Un pro-Le Pen eliminado de mis amigos de Facebook!”. A una semana de la segunda vuelta de las presidenciales en Francia, las conversaciones entre amigos o compañeros de trabajo corren el riesgo de acabar en peleas verbales.

De los moderados espantados con la idea de una victoria de la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen (41% en los sondeos), a los abstencionistas furiosos de estar llamados a votar por el joven centrista Emmanuel Macron (59%), los franceses, encolerizados, se atacan entre ellos.

Siete de cada diez franceses están descontentos con el cartel para la segunda vuelta, según un sondeo. (I)