Aunque la Fiscalía ecuatoriana continúa en la tarea de precisar cuál es la gestión que la constructora Odebrecht buscaba que realizara el exministro de Electricidad Alecksey M., por la cual habría pagado $ 1 millón, asegura que el presunto delito de lavado de activos que investiga no se dio cuando él estaba en la función pública.

Para argumentarlo, el fiscal Galo Chiriboga explicó que la investigación se inició por una transferencia hecha, el 25 de febrero de 2011, desde una cuenta offshore en Panamá a dos más a nombre de Marcelo E., otro de los procesados en el caso, a quien se lo ubica como “testaferro” del exministro.

La offshore de la que salieron inicialmente $ 920.000 y luego $ 80.000 a cuentas en Andorra pertenecía a la compañía Klienfeld, la cual fue deletreada el sábado en la audiencia de formulación de cargos por el fiscal del caso, Wilson Toainga, como Clienfeld y en el expediente consta como Kingsflied.

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Alekcsey M. fue posesionado como ministro de Electricidad en junio del 2007. A cuatro meses de estar en el cargo, firmó junto al prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, la concesión del proyecto Toachi-Pilatón. El ahora investigado decía que Odebrecht construiría la obra.

Al estar a cargo de los proyectos de generación eléctrica, Alecksey M. tuvo que enfrentar una pugna entre el Gobierno y Odebrecht por deficiencias técnicas en la central San Francisco. La disputa terminó en septiembre del 2008, cuando Rafael Correa sacó del país a la brasileña y suspendió los contratos en San Francisco, Toachi-Pilatón, Carrizal-Chone, Baba y el aeropuerto de Tena.

Tras dos años en el Ministerio, Alecksey M. renunció a su cargo en julio del 2009.

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En julio del 2010, luego de aceptar todas las condiciones del Gobierno de Correa para reparar la central San Francisco, Odebrecht volvió a trabajar con el Estado.

Entre octubre y diciembre del 2011, Odebrecht asume la reparación de la central Pucará y se adjudica la construcción del proyecto Manduriacu.

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En un conversatorio, el lunes pasado, Correa dijo que en el caso no “hay coima, ni soborno”, pues su exministro no era funcionario cuando se habría dado la transacción.

Para el presidente este es un “acuerdo entre privados” en el que podría existir defraudación fiscal, por no declarar el dinero, o un probable lavado de activos, que no está, aclaró, relacionado con la contratación del proyecto Toachi-Pilatón.

Un boletín de Fiscalía, emitido el 22 de abril pasado, señala que en la declaración en España de Rodrigo Tacla Durán, exabogado de Odebrecht, él dijo que la empresa habría entregado $1 millón a Alecksey M. para “agilizar el trámite relacionado con la hidroeléctrica Toachi-Pilatón en su fase de ejecución”.

La detención en Quito del exministro y de su supuesto “testaferro” se dio en medio de la circulación de un documento del Supremo Tribunal Federal de Brasil, que revelaba la confesión de dos colaboradores de Odebrecht sobre el supuesto pago, en el 2007, de $ 1 millón a un representante del Ministerio de Energía de Ecuador, luego de que la constructora se adjudicó Toachi-Pilatón. (I)

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