Miles de indígenas brasileños que reclamaban frente al Congreso por sus tierras ancestrales se enfrentaron ayer a la policía con arcos y flechas, tras intentar ingresar al edificio llevando réplicas de ataúdes en homenaje a sus compañeros muertos.

La policía reprimió la invasión lanzando bombas de gas, en una escena dantesca que mezcló estelas de humo blanco con flechas y féretros falsos que flotaban en los estanques que anteceden al ingreso del Parlamento de Brasilia.

Las protestas indígenas no son extrañas en esta capital. Los grupos reclaman al Estado que les ceda formalmente tierras que pertenecieron a sus ancestros, lo que genera un conflicto con los productores agropecuarios que frecuentemente termina en sangre. (I)