La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive) calcula que para terminar el déficit habitacional se necesitan 140.000 casas anuales durante diez años solo en las zonas urbanas. Sin embargo, de concretarse la oferta del presidente electo de construir 325 mil (81.250 por año de su mandato), sería un gran logro ya que disminuiría el déficit a “alrededor de la mitad”, dice Jaime Rumbea, director de Apive.

Esta meta, señala, dependerá de varios aspectos, como el acceso a financiamiento a largo plazo para su construcción y que los hogares puedan acceder: “Un cálculo conservador de cuántos recursos tendría que prever el presupuesto del Estado... por los años de Gobierno para esos fines supera los $ 5 mil millones, tomando como referencia casas de $ 20.000”.

Otro aspecto es la eliminación de la tramitología, añade Rumbea: “Los proyectos de gran envergadura toman años en aprobarse en los municipios... Quito tiene, por ejemplo, una docena de proyectos represados desde la administración de Augusto Barrera”.

Publicidad

Finalmente, agrega, está el efecto de la llamada Ley de Plusvalía, que ha detenido la inversión: “No se inician proyectos nuevos... Incluso, los proyectos de menos de $ 70 mil, que están nominalmente exentos, sufren porque mensajes como el de la Ley no dan certidumbre a los inversionistas. Hoy la vara está en $ 70 mil, a medio proyecto podría cambiar a $ 50 mil o a $ 30 mil”. (I)