Los ancestros tsáchilas se dedicaban a la caza y a la pesca para sustentar a sus hogares. En la actualidad, esas actividades ya no las pueden realizar por varios motivos, por la falta de animales y por el mundo mestizo al que se han tenido que adecuar. Al vivir, la mayoría de ellos en zonas rurales, se dedican a la agricultura, informó el portal lahora.com.ec.

Martha Aguavil, habitante de la comuna Peripa, indica que la agricultura es importante para ella y los suyos. “Nosotros vivimos de esta actividad”.

Sus padres fueron agricultores al igual que ella, aunque sabe que en la sociedad se cree que esta labor es para hombres, pero no lo ve así. Desde que se unió en compromiso, su labor y la de su esposo ha sido en el campo, obteniendo de allí los únicos ingresos familiares.

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Martha es una de las personas que participan de las capacitaciones que brinda el Ministerio de Agricultura, Ganadería Acuacultura y Pesca (Magap) y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap). Junto a esta mujer participaron alrededor de quince personas en cursos de tecnificación para mejorar la producción en sus fincas.

En representación de sus compañeros, Martha indicó: “A veces pensamos que lo que estamos haciendo en la siembra está bien porque siempre lo hemos venido haciendo así, pero no es la realidad, por eso con las capacitaciones podemos mejorar nuestros productos”, señala lahora.com.ec.

Rafael Aguavil es de la comuna Chigüilpe. Señala que se ocupa del cultivo de plátano, cacao y yuca, la única actividad a la que se dedican él y sus hijos para sostener a la familia. Agrega que con las capacitaciones sobre tecnificación han podido aprender estrategias y ahora están en la tarea de mejorar sus producciones para subir las ventas.

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Mientras, Javier Aguavil, gobernador de la nacionalidad tsáchila, dijo que en conjunto con el Magap y el Iniap se procedió a efectuar las capacitaciones para tecnificar las producciones de las plantaciones con el fin de tener una producción de calidad.

“Como nacionalidad hemos tenido una producción criolla sin tecnificaciones, pero en aquel tiempo las tierras eran fértiles; sin embargo, con el pasar del tiempo han venido personas con químicos que han dañado la calidad de los terrenos”, dijo a ese portal.

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Aguavil afirma que, mediante conversaciones, se busca lograr que las capacitaciones no queden ahí, sino avanzar para que los productos puedan ser incluso exportados, puesto que ahora se venden al comercio local. Esperan que también mejoren los precios para que sea rentable para los productores.

Esperan que los jóvenes capacitados repliquen los conocimientos adquiridos con los demás integrantes de cada comunidad. Es más, anhelan que estos puedan ingresar a estas instituciones como técnicos para dedicarse a ayudar a los integrantes de las comunas tsáchilas e impulsar el sector productivo. (I).