Nuevas biografías y un sello filatélico le rendían ayer homenaje, pero el papa emérito Benedicto XVI celebró con la mayor discreción su cumpleaños 90 en su casa de los jardines del Vaticano, antes de una fiesta bávara, hoy.

Esta tarde, unas 30 personas, entre ellas un grupo de viejos amigos, marcan de una manera más festiva el cumpleaños con “comida tradicional y canciones bávaras”, precisó su secretario personal, Georg Gänswein. “Verá también a su hermano Georg, el mayor regalo para él”, agregó.

“Se ordenaron juntos, hay entre ellos una fraternidad familiar y sacerdotal muy profunda. Se llaman por teléfono todas las noches”, señaló el padre Lombardi, exportavoz de la Santa Sede.

Publicidad

Desde su revolucionaria dimisión hace cuatro años, el papa emérito alemán vive su jubilación en un pequeño monasterio, acompañado de cuatro religiosas y de Gänswein.

Una larga celebración del Domingo de Pascua en la plaza de San Pedro, junto al papa Francisco, ya no está en el orden del día para Benedicto XVI, frágil a pesar de que goza de buena salud para su edad. (I)