Al menos 68 niños figuran entre las 126 personas muertas en el atentado suicida del pasado sábado contra autobuses que transportaban a habitantes evacuados de dos localidades leales al régimen sitiadas en Siria, según un nuevo balance.

“El balance no cesa de aumentar. Hay centenares de heridos”, indicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Precisó que 109 de los 126 muertos eran habitantes de Fua y Kafraya, las dos localidades prorrégimen evacuadas, en tanto que el resto de víctimas se trata de rebeldes que custodiaban los autobuses y trabajadores humanitarios. (I)