Estados Unidos fustigó la última prueba fallida de un misil de Corea del Norte e insistió en que trabaja con China para “resolver pacíficamente” una conducta de Pyongyang que se acerca a niveles críticos.

El lanzamiento se realizó antes de que el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, llegara a Seúl, donde reiteró la determinación de su país a defender la alianza con Corea del Sur.

“Existe un consenso internacional, incluyendo a los chinos y los dirigentes chinos, sobre que la situación no puede continuar”, declaró el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, el general H.R. McMaster, durante una entrevista.

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El consenso es “que este problema está alcanzando un punto crítico. Así que llegó el momento de que emprendamos todas las acciones posibles, antes de una opción militar, para tratar de resolver esto pacíficamente”, afirmó McMaster.

Pence declaró que la más reciente ‘provocación’ norcoreana demuestra la importancia de la labor de los militares estadounidenses en la región.

Pence hará una gira de 10 días por Asia en medio de grandes tensiones entre Washington y Pyongyang. “La provocación ofrecida esta mañana (ayer) por Corea del Norte es apenas el más reciente recordatorio de los riesgos que todos ustedes corren todos los días, defendiendo la libertad del pueblo surcoreano y la defensa de EE.UU. en esta parte del mundo”, dijo a los militares.

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Un misil norcoreano explotó durante su lanzamiento, según autoridades estadounidenses, un fracaso de alto perfil que se produce mientras un superportaviones de EE.UU. se acerca a la región en una demostración de fuerza. (I)