En lo que llegó a presentarse como el mayor escándalo de pedofilia destapado en la Iglesia católica, la justicia española absolvió el martes pasado del cargo de abusos sexuales contra un menor a un sacerdote español, en un sonado caso en el que intervino el papa Francisco.

Inicialmente estaban imputados diez religiosos y dos laicos. Con esta decisión, sin embargo, quedaron todos libres de cargos, pues el tribunal de Granada que juzgó el caso los absolvió argumentando “la inconsistencia del relato del acusador particular”, actualmente de 27 años, en el juicio celebrado en marzo.

La absolución se basa “en la falta de pruebas” contra el acusado y también “en la falta de convicción que el testimonio” del denunciante “nos causa, resultando de su relato aspectos absolutamente inverosímiles”, agrega al auto recibido por la AFP.

Publicidad

El escrito recoge que el denunciante, un exmonaguillo y miembro del Opus Dei conoció al acusado “sobre el año 1998 o 1999”, y por su implicación en la parroquia mantenía con él “una estrecha relación de amistad”.

Tres meses antes de recurrir a la justicia civil, el muchacho dirigió su denuncia al papa Francisco en una carta.

En la misiva, enviada en agosto de 2014, narraba según el documento “los supuestos abusos sexuales sufridos entre los años 2004 y 2007 por parte del procesado y las personas de su entorno, consistentes en besos constantes, masajes y masturbaciones que se producían hacia él y entre los miembros del grupo”. Sin embargo, en febrero del 2015 el juez acordó la prescripción de los presuntos hechos que se les incriminaban a los acusados (abuso sexual sin penetración, exhibicionismo y encubrimiento).

Publicidad

“Es un día triste, porque solo el 8% de los abusados denuncian”, dijo a la AFP Juan Pedro Oliver, abogado acusador.

Él añadió que ahora tiene depositadas sus esperanzas en el expediente canónico abierto en paralelo en el Vaticano. (I)