Decenas de personas llegan a diario desde el domingo 10 de abril hasta el domicilio de Pedro Calderón, en el sitio La Piñuela de la parroquia Canuto, cantón Chone, para observar la imagen de unos 40 cm de alto de la Virgen de Guadalupe que, según los propietarios de la casa, comenzó a llorar lágrimas de sangre en horas de la noche.

Desde ese día, muchos creyentes y no creyentes acuden a encenderle velas y pedir mediante sus oraciones milagros, paz, sanación de enfermedades, que y los proteja de eventos naturales.

María Auxiliadora Calderón, hija del dueño de la casa, dijo que la noche del domingo, antes de irse bañar, le había encendido una vela a la imagen de la Virgen, y cuando salió de la ducha gritó a su esposo para decirle que la Virgen tenía una lágrima de sangre, a lo que él respondió que no era verdad.

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Al siguiente día (lunes) la imagen volvió a tener lágrimas de sangre, lo que se siguió repitiendo el martes; fue allí cuando le contó a su mamá y la noticia se regó por toda la comunidad. La situación -según dijo- la tiene preocupada porque teme que algo malo pueda suceder.

Al enterarse de este hecho, María Solórzano, de la congregación América Misionera, acudió al lugar para ver lo que estaba ocurriendo. Indicó que son designios de Dios, de los cuales no hay que asustarse sino reflexionar.

A su criterio, estos casos pueden darse "porque no se vive la Semana Santa como se debería, o como se la celebraba años atrás, como el compartir con la familia la reflexión de que Dios dio a su único hijo por los pecados del mundo". 

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El sacerdote Vicente Saetero, párroco de Chone, dijo que como religiosos es necesario llegar a los lugares donde suceden estos hechos y elevar las oraciones porque son casos extraordinarios, que están por encima de lo normal; "son señales del cielo de que tienen que llamar al cambio, a la reflexión; y no son castigos de Dios sino de guías para dejar las cosas negativas", agregó.

"Dios siempre nos da señales en el mundo, y la más grande de toda la historia es la de Cristo crucificado, que entregó su vida por amor para que nosotros vivamos, y esto lo celebraremos en este viernes Santo", expresó Saetero. (I)