La prohibición de comercializar ramos de palma de cera mueve el ingenio de los comerciantes para ofrecer alternativas para el Domingo de Ramos. En el Mercado de Flores, Chimpol López elabora ramos a partir de la hoja de pantano o cinta.

Él explica que cada uno de estos sencillos arreglos cuesta un dólar, pero que solo los elabora bajo pedido.

Al igual que Cristina Pillajo, de la Florería Barcelona, quien prepara un pedido de 500 ramos para una iglesia.

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Pero a pesar de la prohibición de utilizar la palma de cera para elaborar los ramos, ayer, Diana Flores llegó de Cuenca con sus materiales. Trigo, romero, manzanilla y flores silvestres usaba para adornar la hoja de palma tejida.

Al igual que ella, Rosa Contreras también vino del Austro ecuatoriano con este material de palma que está restringido. Ella se asienta en la esquina de Machala y Pedro Pablo Gómez, en el centro.

Las artesanas aducen que su actividad no atenta contra el ecosistema.

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Dicen que ellas podan la planta que meses después crece. El Ministerio del Ambiente ha anticipado que habrá operativos. (I)