Dormían profundamente sin imaginar que antisociales armados les quitarían el sueño dentro de su hogar, en una urbanización privada de la zona urbana de Samborondón.

Xavier S., de 44 años, escuchó, en medio del sueño, que su hija de 14 años le golpeaba la puerta pidiéndole que le abra porque no se sentía bien. Al abrirle vio una escena similar a la de las películas, que lo dejó sin reacción: cuatro sujetos armados apuntaban a la adolescente con pistolas y cuchillos. Ahí los delincuentes ingresaron al cuarto del jefe del hogar. Luego, despertaron a todos sus hijos y a unos parientes que estaban de visita, relata.

A todos los reunieron en un solo cuarto, donde los maniataron con cintas de embalaje, mientras los amenazaban con las armas que tenían. Los cuatro antisociales aprovecharon las dos horas y algo más que estuvieron en la vivienda para llevarse lo que más pudieron.

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Plasmas de 60 pulgadas, televisores, consolas de videojuegos, joyas, dinero, celulares, computadoras, maletas, ropa, billeteras y otros electrodomésticos se llevaron los antisociales, que abandonaron la casa alrededor de las 05:15 de ayer, cuenta la víctima.

Esas más de dos horas fueron de terror para la familia y parientes de Xavier, sobre todo para los siete menores de edad que también fueron víctimas de la delincuencia. A ellos los invadían los nervios y aquello les provocó también ganas de orinar, según el afectado. Una de sus hijas, que padece de diabetes, tuvo que hacer sus necesidades biológicas, en el baño, delante de los antisociales, que la apuntaban e intimidaban con armas en todo momento.

El hombre cuenta que para desbloquear los celulares, los delincuentes les pidieron las claves a cada miembro del hogar. Con ello accedieron a todos los teléfonos que se llevaron.

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Los antisociales al irse les dijeron que esperaran 45 minutos para salir del cuarto donde los dejaron y que no pusieran denuncia porque ya conocían la casa y podían volver.

Pasado ese tiempo, Xavier dio la voz de alerta del robo. Cuenta que después vio que los antisociales ingresaron a su casa por un hueco que hicieron en la pared de su vivienda que da hacia unos arrozales, en la etapa Brisas de Ciudad Celeste, en Samborondón. Al parecer los sujetos fueron en un taxi. Eran seis los delincuentes.

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Moradores del sector le indicaron a la Policía que personas sospechosas se encontraban escondidos en unos matorrales cercanos. Por tierra y aire se buscó, durante más de cuatro horas, a los antisociales. Dos de ellos fueron detenidos en un estero de una zona de arrozales.

Uno de los delincuentes se había sumergido por completo en el estero, para evitar ser visto por la Policía, contó el subteniente Édison Cabrera, de Samborondón, quien siguió a los detenidos. A estos se les encontró armas y parte de lo robado.

Según Cabrera, el robo ascendería a $ 20.000, de acuerdo con la información de la víctima. Este sería el segundo caso de robo y asaltos en urbanizaciones privadas en Samborondón. El año pasado se reportaron 5 casos, dice la Policía.

Hasta el cierre de esta edición continuaba la búsqueda de los demás antisociales. (I)

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