Termina la entrevista con medios locales en la planta baja del salón de eventos MW del cantón Quinindé, en Esmeraldas. El lugar se acondicionó la mañana del jueves 23 de marzo pasado como un set de televisión para albergar al presidenciable del oficialismo, Lenín Moreno, ya que la sede de DigitalTV, que hizo la transmisión, queda en la planta alta.

El postulante, quien quedó sin movilidad en las piernas desde 1998, tras un disparo que recibió en un asalto, se retira el maquillaje porque le estorba: “Siento la piel como pergamino”, dijo Moreno, quien vestía camisa verde, pantalón y zapatos de caucho negros.

Previamente, apuntó sus dardos hacia su contrincante, Guillermo Lasso: “Creemos que la educación, la salud e inclusive la vivienda son derechos de los ecuatorianos y la propuesta del banquero es privatizarlo todo, convertir al ciudadano en cliente”, dijo. Lo acusó de enriquecerse con el feriado bancario. Esto sería recurrente durante sus intervenciones.

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Esta entrevista dio paso a un acto organizado por los miembros de la Asociación 24 de Mayo que se hizo en el patio externo del salón de eventos, donde había una grúa para cámara de video y un equipo de audio y sonido que acompaña a los eventos que Moreno asiste.

Ahí los dirigentes de los sectores cacaotero, ganadero y palmicultor expusieron sus inconvenientes. Desde los precios volátiles de la pepa de cacao, de la carne y de la leche hasta los problemas para el acceso a créditos y el cambio de reglas.

Tras escuchar los cuestionamientos de los productores, Moreno reiteró su apoyo a la producción nacional y fue más allá respecto de la compra de productos fabricados fuera del país. Para explicarlo contó una anécdota de su paso por Ginebra, en Suiza, donde Moreno vivió como enviado especial de Naciones Unidas para el ámbito de la Accesibilidad y de Discapacidad. Dijo que preguntó a unos suizos dónde preferían hacer compras tomando en cuenta que se encontraban a cinco minutos de la frontera con Francia, donde podían conseguir los productos casi a mitad de precio. “Todos me dijeron aquí en Suiza... Ellos sabían lo terrible que era que sus dólares, que sus francos vayan a otro país, nosotros debemos incentivar al consumo de las cosas producidas en el país, pero también es importante que se produzcan artículos de calidad”, declaró en medio de intervalos con aplausos en los que se reproducían las canciones de su campaña.

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Seguidamente, la jornada electoral se encendió en las calles alrededor de las 13:00 cuando empezó la caravana por Quinindé. El jefe del equipo de logística del candidato, Diego Guzmán, abrió camino desde una moto a la camioneta que llevaba a los fotógrafos y camarógrafos para que se pusiera adelante del carro abierto en el que iba Moreno: “Sí ven cómo lucho por ustedes”, dijo Guzmán a los periodistas que iban en el balde de la camioneta.

Ya en el recorrido agradeció el apoyo que le dio ese cantón en la primera vuelta electoral.

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Por la tarde recorrió la ruta que une el cantón Esmeradas con Atacames, donde se realizó otra caravana con la misma tónica, pero con lluvia. Moreno se movilizó a bordo de una miniván blanca. A lo largo del recorrido había paradas que parecían manchas pintadas con el verde característico de AP. En cada una de ellas se detenía para dirigirse a sus simpatizantes desde el interior del vehículo. Algunos de ellos se hacían selfis y corrían detrás del auto.

En una de esas paradas dijo: “Esmeraldas será de aquí en adelante bastión del nuevo proyecto político. Vamos a realizar sin duda algunos cambios...”.

Luego, sus allegados le dieron jugo de tamarindo, que es una de sus bebidas favoritas, según Andrés Michelena, asesor de comunicación del candidato. Un sánduche y dulce de cocada también fueron parte del menú en la travesía.

Fue en esta última parada cuando su esposa, Rocío González, quien cumple una agenda paralela a Moreno, se subió a la miniván blanca. Ambos llegaron juntos para entregar doce viviendas a familias que tienen personas con discapacidad en la localidad de Tonsupa. Son casas construidas con donaciones recaudadas por Moreno, según él mismo ha dicho.

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La jornada culminó en el estadio de Atacames, donde observó el partido Ecuador-Paraguay. En el medio tiempo, subió a una tarima a la que también fueron llamadas exfiguras de la Selección como Alfonso Obregón y Jaime Iván Kaviedes.

Moreno retornó en la noche a la ciudad de Quito por vía aérea, como llegó más temprano a la provincia verde de la que afirma será el bastión de un nuevo proyecto político. (I)