Jóvenes pandilleros mantenían ayer secuestrados a cuatro trabajadores de un correccional en Guatemala, luego de matar a dos y herir a cinco en un motín iniciado el pasado domingo en demanda de mejores tratos y beneficios en el centro.

Pablo Castillo, portavoz de la Policía Nacional Civil, aseguró que la Policía ya controla el 80% del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones, conocido como Etapa II, ubicado cerca del albergue en el que días atrás murieron 40 niñas en un incendio.

Las fuerzas especiales de la Policía mantienen rodeado el reclusorio para menores, donde en la víspera –durante los disturbios– los bomberos sofocaron un conato de incendio.

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El motín comenzó el pasado domingo después de la visita, por jóvenes pandilleros de la temible pandilla Barrio 18, quienes denuncian malos tratos de los monitores, según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).

El subjefe de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, a cargo del centro, Vladimir López, detalló que en el correccional están internados 56 pandilleros, de los cuales 39 son mayores de edad y 17 menores, pese a que el lugar es para rehabilitar a jóvenes.

La procuradora adjunta de la PDH, Hilda Morales, denunció que en el centro conviven pandilleros o mareros condenados a penas de prisión por homicidio, junto a 192 jóvenes que no tienen relación con pandillas.

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Los protagonistas de la revuelta han planteado demandas como el retorno de compañeros que habían sido trasladados a otros centros, el acceso de alimentos al correccional y el levantamiento de restricciones a las visitas. (I)