Una semana después del terremoto del 16 de abril de 2016, el cineasta ecuatoriano Pocho Álvarez visitó las zonas afectadas y empezó a grabar las consecuencias del evento natural en la isla de Muisne (Esmeraldas), para luego crear el documental Muisne: aquí nos quedamos viejo Lucho, en el cual expone la postura de una comunidad que se niega a abandonar el territorio poblado por 10 mil habitantes. El dirigente isleño Líder Góngora participó en la entrevista.

¿Cómo nació la idea de hacer un documental con el drama que se vivió en el terremoto?
La película fue un proceso de conocimiento, de una realidad, de dolor... Yo tuve la oportunidad de ir a la semana siguiente a filmar con unos franceses que fueron a entregar una ayuda, y tiempo después uno va descubriendo que el Gobierno empieza a negar el auxilio, todo lo que significa resolver los problemas de la gente que ha sido damnificada por el terremoto y les niega las carpas. Entonces uno empieza a intrigarse por qué se da esa realidad perversa. Yo, al menos, empecé a desentrañar ese ovillo de lo que significa ¿qué plan hay detrás de todo eso? Y uno descubre que hay un plan siniestro de despojo.

¿Por qué plan siniestro?
Porque no puedo entender cómo al día siguiente del terremoto los militares responden, entregan carpas, pero inmediatamente les llega una orden en donde se impide entregar carpas a las personas que están dentro de la isla. Todos los que quieran carpas tienen que salir.

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Pero es una medida de seguridad ante un probable tsunami...
Uno dice: ¿cuál es la medida de seguridad? ¿En qué se basa esa decisión?, y eso es lo que empezamos a averiguar con la gente en Muisne. ¿Por qué se da esa medida? ¿Cuál es el sustento científico?, porque en riesgo está toda la costa ecuatoriana. El Ecuador entero es un riesgo, no solo político, sino geográfico. Y en esa medida declarar a una geografía zona de riesgo y encima con una contradicción básica: es zona de riesgo para quienes habitan y vamos a implementar el turismo.

¿Y qué encontraron, qué documentaron?
Lo que encontré primero fue un plan perverso que no dice la verdad. Piden el desalojo sin una base científica, sin estudio técnico sobre sismicidad y riesgo de la isla. Tampoco establecen por qué tiene que salir la gente, cuál es el interés que hay detrás de eso. ¿Por qué es bueno para el turismo? y ¿por qué es malo para quienes han vivido ancestralmente ahí?, para los que son herederos de las tierras que sus nativos dejaron.

¿Hay algún informe que diga que existe el riesgo?
En el documental se muestran los informes del Inocar, que establece que no hay informe técnico, no hay estudio, tampoco hay registro histórico de tsunamis en Muisne. Entonces, es una decisión política que obedece a un interés opaco.

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¿Cuántos isleños han regresado a la isla?
Líder Góngora: El 95% ha regresado a la isla, no todos salieron, un 10% se quedó desde el inicio... Regresamos porque ahí está nuestra historia, cuentos, leyendas, ahí nacimos y ahí vamos a seguir. Ese territorio es nuestro. (I)